Policías estatales pusieron al descubierto una finca que era utilizada como zona de resguardo para vehículos con el más alto nivel de blindaje, además de que dos de ellos estaban adaptados prácticamente como carros de artillería, abastecidos con un arma antiaérea cada uno, uno calibre .50, que atraviesa cualquier tipo de blindaje y otra calibre 7.62, con sus respectivas carrilleras de por lo menos cien tiros, útiles, algunos de ellos conocidos como incendiarios.
Dichos vehículos, se encontraban en una finca ubicada en el racho conocido como San Ignacio, en Colotlán, dentro del municipio de Zapopan, Jalisco, a donde los uniformados llegaron en busca de un sujeto que había escapado momentos antes de otro domicilio donde fue descubierto una laboratorio para procesar drogas sintéticas, a un kilómetro de distancia de este lugar.
Los efectivos de la Seguridad Pública estatal ingresaron al rancho luego de que el individuo al que perseguían intentó atacarlos con uno de los fusiles antiaéreos que se encontraba estacionado a su interior.
Allí encontraron seis unidades, tipo Suburban, en color blanco, dos con las armas mencionadas sujetas al piso de la caja trasera; dos más también blindadas y otras dos, al parecer, sin blindaje. Empolvadas por su falta de uso, pero listas para cualquier ataque.
Momentos antes, los policías estatales, había descubierto en una finca del rancho denominado Colonias de Martel, ubicado sobre la carretera Guadalajara –Colotlán, a la altura del kilómetro cinco, en el municipio de Zapopan, una finca donde se procesaban drogas sintéticas.
El lugar estaba adaptado prácticamente como un laboratorio químico, con tambos de alto cilindraje, con precursores químicos utilizados para la elaboración de drogas como crystal, con la más alta tecnología.
Al momento de la intervención policial cinco hombres pudieron escapar y dos más fueron detenidos; mismos que fueron identificados como Gabino Ríos Ramos, de 44 años, y Francisco Javier Medina Miranda, de 38.
En una bodega contigua al laboratorio, los policías estatales hallaron un aproximado de 150 kilos de droga sintética conocida como crystal.
Este golpe a la delincuencia organizada, según las autoridades, puede significar por lo menos una pérdida de 100 millones de pesos para los narcotraficantes, dado la cantidad de droga en proceso y lista para su venta y los implementos asegurados; todo lo cual quedó a disposición del Ministerio Público de la Federación, quien tendrá que dar curso a las investigaciones del caso.
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