Formal prisión por el Juez Noveno de Distrito le fue dictada la tarde de este jueves a la maestra Ana Isela Martínez Anaya, presa luego de que le fueron "sembradas" dos maletas con mariguana a en su auto.
El magistrado la encontró presunta culpable por la posesión y transporte de 48 kilogramos de mariguana, y determinó que debe pasar el proceso judicial en el Cereso municipal donde fue internada hace una semana.
Abatido hasta el incontenible llanto, el esposo de la mujer, repetía: "Qué les voy a decir a mis hijos...ella es inocente".
"No es justo..es inocente, ella es una mujer limpia", decía compungido Issac Cuanalo.
De hecho las lágrimas por la decepción y el enojo hizo presa a no pocos de los familiares y amigos de la docente, que no paraban de mencionar "la injusticia que se está cometiendo".
Algunos solicitaban a los reporteros y fotógrafos "el teléfono del señor Sicilia (cabeza del Movimiento Nacional por la Paz, ahora convocante a la Caravana Ciudadana por la Paz con Dignidad y Justicia que arribará a Juárez el próximo día9) para que nos ayude contra la injusta resolución del juez".
El sonado caso de la académica, de 35 años de edad, inició cuando agentes militares revisaron su auto a la entrada de la Línea Express y encontraron dos maletas negras y atadas con alambres en la cajuela de su auto, un Ford, Focus, modelo 2003.
El encierro de la ahora procesada por narcotráfico, ha suscitado repetidas manifestaciones a su favor a las puertas del Poder Judicial, el inmueble que alberga a los juzgados federales en el transitado crucero de avenidas Tecnológico y Pedro Rosales de León.
Familiares, amigos, alumnos y colegas recibieron el miércoles el respaldo del sacerdote René Blanco, Vicario de la Diócesis de Ciudad Juárez.
Igual el pronunciamiento a favor de Gustavo De la Rosa Hickerson, abogado defensor de los derechos humanos, Director el Centro de Confianza Ciudadana de la Mesa de Seguridad.
El juez Carlos Carmona García fue más allá de los argumentado por el Ministerio Público Federal que acusaba a la maestra por posesión; "reclasificó y agravó" el presunto delito al acusarla de pretender llevar la droga fuera del país, dijo Gustavo Méndez el abogado de la ahora procesada.
"La situación de Ana es ahora más grave", sintetizó el defensor.
Dijo que el juez no partió del principio de inocencia que toda persona conserva mientras no se pruebe lo contrario, sino que basó su decisión en la presunción culpabilidad.
No tomó el juez Carmona el cúmulo de testimonios de honorabilidad a favor de la profesora, reiteró el abogado.
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