Aunque se sabe que en varias universidades del país opera el narcotráfico, no se conoce la magnitud del problema ni se han emprendido medidas para combatirlo.
Los rectores de las universidades de Guerrero, San Luis Potosí y Ciudad Juárez coincidieron en que "sería iluso" negar que el narcomenudeo, cometido incluso por los alumnos, ocurre dentro de las escuelas.
Entrevistados por separado, admitieron que la venta de droga es uno de los problemas graves dentro de los campus y que lamentablemente no existen cifras de lo que se vende.
Pese a la ausencia de datos sobre el narcomenudeo, reconocieron que deben reforzar las medidas de seguridad porque aún cuando han logrado evitar el consumo dentro de los campus, no significa que también hayan erradicado la venta.
El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, Ascencio Villegas, comentó a "Excélsior" que en su institución han secuestrado a alumnos presuntamente ligados con el narco.
Y aunque no tiene pruebas de esto, y por lo tanto tampoco un número de casos específico, se deduce que se trata del crimen organizado porque "entre la misma comunidad universitaria se comentó que no pidieron rescate y uno de los estudiantes plagiados no proviene de una familia adinerada".
El móvil del secuestro, añadió el rector, no es entonces para pedir una recompensa, sino que "podría tratarse de un ajuste de cuentas".
Frente a incidentes como éste, Ascencio Villegas no descartó la revisión de mochilas como una alternativa para evitar el narcomenudeo, pues sería una opción para que este delito no se cometa dentro de las instalaciones académicas.
Esta alternativa tendría que aprobarse por el Consejo Universitario, "pero si hay consenso al interior y de los papás también, la operación mochila en campus conflictivos debería implementarse", apuntó.
No son policías
Su colega de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Mario García, señaló que las autoridades universitarias no pueden dedicarse a funciones policíacas, porque eso dañaría el ambiente sano entre profesores, alumnos y empleados.
Consideró que lo más grave "es la intromisión de personas ajenas a estas instituciones que van a distribuir droga, eso no podemos negarlo".
Lo importante, agregó, es poner en marcha medidas preventivas enfocadas a la cultura de la denuncia, de tal modo que si un alumno sabe que alguien distribuye droga, pueda reportarlo de manera anónima y confiable.
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