Una intensa balacera entre presuntos grupos de sicarios se registró en plena zona centro de la ciudad de Colima, lo que generó que los diversos cuerpos de seguridad pública —Procuraduría General de Justicia del Estado, Vigésima Zona Militar y Secretaría de Seguridad Pública— aplicaran el “Operativo Candado” para dar con los presuntos delincuentes.
En la persecución, dos patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE) se impactaron entre ellas cuando perseguían a los ocupantes de una camioneta Cherokee negra, con vidrios polarizados, modelo 2008 y placas de circulación JGP-7323 del Estado de Jalisco, cuyos tripulantes habían participado en una balacera momentos antes. La unidad presentaba alrededor de 15 impactos de bala.
En la persecución dos unidades de seguridad chocaron entre sí en el cruce de las calles Guerrero y Del Trabajo en la zona Centro, resultando lesionados los policías Julio César Moreno Cervantes, Mario Fernando Michel Chávez, y Magali Guadalupe Tadeo Cárdenas.
La PGJE informó que, según las primeras investigaciones, la persecución inició por el Boulevard Camino Real, donde los ocupantes de la Cherokee se enfrentaron con otro grupo de presuntos sicarios y con elementos de seguridad pública.
Hasta ahora no se reporta si hubo detenidos en el operativo realizado, en el que participan más de 300 elementos de todas las corporaciones de seguridad.
Las autoridades de Colima han logrado dar grandes golpes al crimen organizado. El pasado 5 de agosto lograron un decomiso histórico en el puerto de Manzanillo de más de 200 toneladas de precursores químicos procedentes de Asia. El golpe lo dio el Gobierno federal a menos de una semana de haber abatido al capo “Nacho” Coronel en Jalisco, quien controlaba esa zona del puerto para el arribo de cargamentos ilegales.
Renuncian policías
Tras el asesinato de tres de sus compañeros el martes pasado y a consecuencia de los atentados con granadas que en días anteriores sufrieron instalaciones y casetas de seguridad del puerto de Manzanillo, alrededor de 20 elementos de la Dirección de Seguridad Pública, optaron por presentar su renuncia y darse de baja del servicio público, pues reconocieron “existe temor” ante la ola de violencia que se viene registrando en el municipio por la “lucha de organizaciones criminales” para apoderarse de la plaza y control del puerto colimense.
Algunos de los elementos que prefirieron la baja señalaron que existen otros 20 o más que están a punto de presentar su renuncia. ¿Las causas? La falta de equipo para su propia seguridad y de los bajos salarios y las largas jornadas de trabajo.
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