Narcotráfico en México

Los cárteles mexicanos del narcotráfico han penetrado las agencias policiales de Estados Unidos, donde las autoridades han arrestado a más de 129 policías corruptos, informaron este jueves funcionarios federales estadounidenses.

En una audiencia ante el Senado, integrantes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), del Departamento de Seguridad Interna (DHS) y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) señalaron que las organizaciones criminales realizan esfuerzos constantes por corromper agentes de seguridad.

Desde el 1 de octubre de 2004, 103 agentes aduanales estadounidenses han sido arrestados o acusados de cargos de corrupción, incluyendo tráfico de drogas y de personas, lavado de dinero y conspiración, dijo James T. Tomsheck, comisionado adjunto de la CBP.

Thomas Frost, inspector general adjunto del DHS, indicó que sólo en el año fiscal 2009 iniciaron 839 acusaciones contra elementos de la dependencia, y reconoció que la corrupción fronteriza “involucra a contratistas y empleados de toda la dependencia”.

Kevin Perkins, director adjunto del FBI, señaló que algunos casos de corrupción pública detectados tienen “implicaciones de seguridad nacional”. Citó el ejemplo de un ex funcionario que permitió el paso de una tonelada de mariguana por la que recibió un millones de dólares.

Las agencias policiales estadounidenses tienen a su cargo la custodia de más de 10,000 kilómetros de las fronteras norte y sur y de 150 mil kilómetros de costas. Para ello cuenta con 20,000 agentes de la Patrulla Fronteriza.

Sólo en 2009, la CBP procesó más de 360 millones de cruces peatonales, arrestó a 556,000 inmigrantes indocumentados y detuvo 11.4 toneladas de droga.

“Cada uno de estos puntos de entrada (en las fronteras con Canadá y México) tiene el potencial para que organizaciones criminales o terroristas exploten a funcionarios corruptos deseosos de usar su posición para ganancias económicas personales”, dijo Perkins.

Los funcionarios mencionaron que el gobierno federal estadounidense utiliza pruebas poligráficas para detectar a individuos que pudieran ser usados por grupos criminales para infiltrar al gobierno. Sin embargo, los recursos gubernamentales permiten que sólo 10% de los agentes sean sometidos al detector de mentiras.