Al menos un integrante del cártel Arellano Félix fue detenido como presunto responsable del asesinato de dos policías municipales el viernes pasado, en hechos en que otro oficial resultó gravemente herido, confirmó personal de la Secretaría de la Defensa Nacional (SDN).
Mientras autoridades municipales daban el último adiós a los agentes Cristian Pacheco Ruiz y Raúl Cruz Barba, un vocero de la II Zona Militar confirmó que Guillermo Chávez García; Óscar Adán Rodríguez; Andrés Ulises Álvarez Valdovinos, y Luis Ernesto Guerrero Bustamante, éste último identificado como José Manuel Núñez López, alias “el Balas”, fueron detenidos por su presunta participación en el doble homicidio.
De acuerdo con la misma fuente militar, Núñez López “se encuentra estrechamente vinculado con el cártel Arellano Félix”.
El secretario de Seguridad Pública Municipal, Jesús Alberto Capella Ibarra, afirmó por su parte que “hay indicios” de que estos individuos tuvieron alguna relación con los asesinatos, aunque no se ha confirmado si fueron ellos quienes dispararon contra los tres oficiales.
El sábado, los detenidos fueron enviados a la Ciudad de México luego de que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se declaró incompetente para la investigación y entregó el caso a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
La mañana del viernes pasado, un comando armado disparó contra los agentes fallecidos y un compañero mientras patrullaban una zona comercial. Unos minutos después, agentes de esa misma corporación apoyados por la Policía Estatal Preventiva (PEP) detuvieron a los cuatro presuntos responsables.
Les encontraron cuatro armas de alto poder, entre otras una calibre .223 con “punta azul” de las llamadas “matapolicías”.
Unas horas antes, durante la noche del jueves, otros cuatro elementos policíacos fueron atacados por comandos armados. Los oficiales quedaron heridos gracias a que lograron repeler la agresión y evitaron ser asesinados, pero no se detuvo a los responsables.
Al respecto, el director de la policía municipal, Julián Leyzaola Pérez, consideró que los ataques contra sus agentes son aleatorios y no contra algún blanco específico, por lo que el alcalde local, Jorge Ramos Hernández, pidió que se refuerce la presencia federal en esta ciudad.
Muertes por ruptura de vínculos criminales
Sobre los asesinatos de los oficiales, quienes apenas tenían 26 y 29 años de edad y dejaron en la orfandad a tres niños, uno aún no nacido, Ramos Hernández consideró que son la factura “de un desprendimiento entre la autoridad y el crimen organizado”.
Reconoció que la mayoría de los ocho homicidios de policías permanecen sin ser resueltos, mientras cada día los agentes reciben amenazas de bandas delictivas, por la afectación de intereses ante el desprendimiento de la sociedad con la delincuencia.
Adelantó que se pedirá al Congreso local que se incrementen con agravantes las penalidades contra quienes asesinen a un policía.
Además, se comprometió a ofrecer total respaldo a los familiares deudos de los agentes caídos el viernes pasado.
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