
Se salva un elemento de Tránsito de ser ejecutado por un comando armado, cuando al sicario encargado de disparar se le encasquilló el “cuerno de chivo” y los sujetos tuvieron que emprender la retirada.
Los hechos se dieron en el cruce de Toronja Roja y Zaragoza, lugar donde el comando armado interceptó al oficial e intento acabar con su vida, sin lograr su encomienda.
El agente Rogelio Vargas Lee, quien porta la patrulla 168 quedo sorprendido al sentir la muerte cerca y percatarse que las balas del arma que terminaría con su vida nunca atentaron contra su integridad.
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