Cae policía municipal de Juárez y su banda por extorción a empresarios


Tras la extorsión con 125 mil pesos a un empresario, la banda de "Los Juanes" integrada por cinco personas, incluido un menor de edad, y encabezada por policía municipal, fue detenida por elementos ministeriales en Ciudad Juárez.

"Al momento de la detención, Juan Francisco Ávila Guevara, de 26 años de edad, se identificó como el líder de la banda y refirió pertenecer a la Secretaria de Seguridad Pública Municipal; y para que no los arrestaran ofreció la cantidad de de $300,000.00 (trescientos mil pesos)", según el reporte oficial.


Los indiciados fueron arrestados al tripular una una camioneta de la marca Ford, línea Windstar, color gris, de modelo antiguo, sin placas de circulación, dentro de la cual fueron encontrados una pistola tipo escuadra calibre .380 con ocho cartuchos útiles, dos uniformes completos y una placa de la Secretaria de Seguridad Publica Municipal, un permiso para portar armas y una credencial con el nombre y fotografía de Juan Francisco Ávila Guevara, que lo acredita como agente de la misma Secretaria, expedida por el municipio de Juárez.

Los cómplices de Guevara fueron identificados como Juan Eduardo Díaz Torres (a) “El Lalo”, de 26; Juan de Dios Fierro Márquez (a) “El Juanito”, de 35; Carlos Alberto Ávila Guevara (a) “El Lobo”, de 28; y Daniel A. L. (a) “El Negro” de 16.

“El Lobo”, en sus declaraciones manifestó que también perteneció a la Secretaria de Seguridad Publica Municipal, agrega el comunicado de prensa.

La extorsión contra el empresario fue en dos ocasiones. Primero el día 11 de agosto de 2011, lo despojaron de 120 mil pesos bajo amenaza de muerte a él y a toda su familia; ante el temor la víctima entregó el efectivo a una persona que describió como un menor de edad.

Posteriormente, el día 29 de agosto de 2011, los hoy detenidos le volvieron a exigir al empresario la cantidad de 5 mil pesos, dinero que entregó ese mismo día; siendo el menor identificado como Daniel A.L., quien recogió el efectivo.

Los presuntos delincuentes conocían teléfonos, domicilio y rutinas del comerciante, dado que dos de ellos, Fierro Márquez y Ávila Guevara fueron sus empleados.

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