Desde mayo de 1990, cuando se descubrió el primero de los llamados "narcotúneles", se han detectado 156 pasadizos clandestinos para el cruce de droga hacia Estados Unidos a lo largo de toda la frontera con México.
En esa época, el Cártel de Tijuana que comandaban los hermanos Arellano Félix operó varios de los subterráneos, pero a partir de 2005 es el Cártel de Sinaloa, al mando de Ismael "El Mayo" Zambada y Joaquín "El Chapo" Guzmán, el que se ha encargado de construir y controlar el trasiego de enervantes por el subsuelo.
De los 156 "narcotúneles", 134 encontraron salida en territorio estadounidense y 122 se localizaron entre California y Arizona, según los registros que ha hecho la Patrulla Fronteriza desde 1990.
Solo uno operaba en la frontera con Canadá, en Lynden, Washington, descubierto en julio de 2005.
El auge de los "narcotúneles" inició en 2001, desde entonces se han hallado 125, de los cuales 61 contaban con sofisticado sistema de ventilación, iluminación y arrastre de carga.
De esos 61 túneles que requirieron del trabajo de expertos en ingeniería, 37 se construyeron en la frontera entre California y Baja California.
Lauren Mack, portavoz de la Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en San Diego, indicó que el 78% de los subterráneos han sido encontrados después de octubre de 2005.
"Los más soficticados están ligados a cárteles de las drogas, porque su construcción debe ser financiada", mencionó Mack.
Este pasadizo encontrado en 2003 en Tecate, Baja California, tenía entrada en la chimenea de una recámara. Fotos tomadas de Internet.El "narcotúnel" más largo, que tenía una longitud de siete campos de fútbol (731 metros o 2,400 pies) y una profundidad de nueve pisos, era operado por el grupo de los Arellano Félix y se cree que funcionó por varios años en el sector de Otay.
Los dos más recientes, descubiertos el 2 y 26 de noviembre de 2010, de aproximadamente medio kilómetro de longitud, han sido vinculados por las autoridades de Estados Unidos al Cártel de Sinaloa.
En el operativo para detectar esos pasadizos, llevado a cabo por el llamado San Diego Tunnel Task Force, un equipo especial integrado por ICE, DEA, Patrulla Fronteriza, CBP y California Bureau of Narcotics Enforcement; ocho personas fueron arrestadas y más de 50 toneladas de marihuana decomisadas.
Ese tipo de fuezas especiales también opera en Nogales, El Paso, Yuma y Valle Imperial.
Entre los detenidos en ese operativo fueron procesados Daniel Navarro Chávez, Carlos Cunningham, José Guadalupe Hernández y Víctor Omar Valladares Real.
Sin embargo, de acuerdo con la senadora Dianne Feinstein, han sido muy pocas las personas que han tenido que pagar ante la justicia por la construcción de los "narcotúneles" debido a que la ley es muy floja al respecto.
Uno de los pocos procesados por este delito, de operar un túnel, ha sido Daniel Álvarez en Caléxico, California, quien fue sentenciado a 15 meses de prisión.
Por ello, la legisladora californiana ha decidido presentar una iniciativa de ley que ofrezca más herramientas para localizar y procesar a quienes se dedican a la construcción y operación de "narcotúneles", calificando el delito de conspiración y agravándolo.
En una audiencia que tuvo el Comité para el Control Internacional de Narcóticos el pasado miércoles, la senadora Feinstein dijo que los "narcotúneles" representaban una seria amenaza a la seguridad nacional, porque además de ser canales para traficar de droga, también se han utilizado para contrabandear armas y cruzar ilegalmente a personas, y que podrían usarse como paso de terroristas hacia Estados Unidos.
En concreto, la nueva ley pretende:
•* Hacer el uso, la construcción o el financiamiento de túneles un delito de conspiración, para castigar la intención de participar en la actividad, incluso en los casos en que un túnel haya sido destruido.
•* Incluir este delito dentro del Título III para que se realicen escuchas telefónicas sin importar que haya drogas de por medio.
•* Especificar como ilegal la actividad transfronteriza en túnel y permitir a las autoridades decomisar bienes como si fueran objeto de lavado de dinero.
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