Enfrentamiento deja 3 muertos en Acapulco
Un cruento enfrentamiento a tiros, que se prolongó por espacio de casi tres horas, dejó saldo de tres muertos -uno de ellos militar- 7 heridos, entre policías y civiles, e igual número de sicarios detenidos durante la madrugada de hoy, tras que hombres armados le prendieron fuego al Acatianguis y cuyas llamas alcanzaron una tienda departamental de prestigio que reportó pérdida total de sus instalaciones.
Esta jornada de violencia que nuevamente generó pánico y miedo entre los vecinos de las colonias Zapata y Renacimiento en zona de la periferia del puerto de Acapulco, inició al filo de las 3:28 de la mañana, cuando de acuerdo con información proporcionada por la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil del Estado, efectivos que integran las Bases de Operaciones Mixtas (BOM) realizaban un rondín de vigilancia sobre el Boulevar Vicente Guerrero de la Colonia Emiliano Zapata, cuando sorprendieron a hombres armados prendiendo fuego al Acatianguis.
Los elementos que participan en el BOM, integrados por militares, Policía Estatal Preventiva y ministeriales, les marcaron el alto y en respuesta fueron agredidos a balazos y esto derivó que se repeliera la agresión, desatándose un cruento enfrentamiento que iba acompañado por la detonación de granadas de fragmentación que lanzaron los sicarios.
En tanto que el fuego sin control se extendió en los más de 100 locales construidos de madera, cuyas llamas se elevaron a más de 10 metros de altura y expelía un denso humo negro, que podía ser visto a kilómetros de distancia a pesar de la oscuridad de noche, en tanto que la refriega era más intensa entre los representantes de ley y el grupo de hombres armados.
Esto provocó que los vehículos que circulaban por el boulevard con dirección al centro, frenaran su marcha y retrocedieran para no ser alcanzados por alguna bala perdida, otros abandonaron sus automotores y buscaban refugio, observando a distancia el destello de las armas de ambos bandos y las gigantescas lenguas de fuego que iluminaban una extensa zona de ese populoso núcleo poblacional.
En el fragor de la metralla, un soldado del Ejército Mexicano cayó muerto, cuyo cuerpo fue arrastrado por sus compañeros y reforzaron su posición para seguir enfrentando a los delincuentes, que a su vez no cedían ni un centímetro, hasta que dos de ellos fueron alcanzados por las balas y cayeron abatidos, lo que obligó a sus cómplices a retroceder y tratar de buscar una salida de escape.
Poco a poco el comando armado fue cediendo y uno a uno se fue rindiendo, otros trataron de huir sin conseguirlo y finalmente los militares, federales y policías estatales controlaron la situación, al asegurar a 7 presuntos delincuentes fuertemente armados, cuya mayoría portaba chalecos tácticos; algunos de ellos estaban cubiertos del rostro con máscaras de plástico y se desplazaban en tres camionetas, las mismas que se aseguraron.
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