Un presunto sicario herido y una camioneta asegurada en la Avenida Juan Pablo II, dejó como resultado el enfrentamiento entre militares y un grupo de sicarios que momentos antes rafaguearon una vivienda en la Colonia 12 de Mayo, donde quedó tirada una granada calibre 40 mm.
El atentado y tiroteo fue reportado a las corporaciones policiacas minutos después de las 21:00 horas de ayer.
Agentes policiacos comentaron que un grupo armado que circulaba en una camioneta Suburban de color blanco blindada, arribó a un domicilio ubicado por la calle Liborio Giles, en la Colonia 12 de Mayo.
Los pistoleros abrieron fuego contra la vivienda sin que se registraran personas lesionadas y luego huyeron por la Avenida Juan Pablo II, rumbo al norte.
Al circular a la altura de la Avenida Insurgentes se toparon con una unidad del Ejército Mexicano, por lo que se inició una persecución y tiroteo por varias cuadras de la Colonia Olímpica.
Fue en el cruce con la calle Jorge Negrete donde el conductor de la Suburban perdió el control del volante y se subió al camellón central donde quedó embancada la unidad, por lo que los delincuentes emprendieron la huida a pie por las calles del lugar.
Durante la refriega resultó herido un hombre, del cual no se proporcionaron datos, sólo se sabe que portaba uniforme tipo militar, por lo que fue detenido por los castrenses y llevado en una de las unidades militares a un hospital.
Por error, Noroeste informó originalmente que el detenido era mujer, pero después la autoridad confirmó que era un hombre.
Al lugar acudieron elementos de los tres niveles de Gobierno, quienes acordonaron el área para iniciar los peritajes y horas después fue retirada con una grúa la Suburban, en la que presuntamente hallaron varias armas, pero hasta el momentos se desconoce cuántas.
La unidad, que resultó ser blindada, presentó al menos 17 impactos de bala en la carrocería pero ninguna atravesó el blindaje.
En tanto en la Colonia 12 de Mayo, el agente del Ministerio Público que acudió al sitio del atentado levantó más de 200 casquillos de AK-47, "cuerno de chivo", y de AR-15, mientras que especialistas en explosivos del Ejército levantaron el artefacto sin detonar.
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