La prensa mexicana se hace eco hoy de un supuesto comunicado en el que la organización criminal La Familia Michoacana anuncia que se replegará y disolverá si las autoridades y las fuerzas de seguridad se comprometen a tomar el control del estado de Michoacán "con fortaleza y decisión".
"Hemos decidido replegarnos y reintegrarnos a nuestras actividades productivas si el Gobierno federal y local, la Policía y demás autoridades se comprometen a tomar control del estado con fortaleza y decisión", afirma el escrito, que fue remitido a Efe.
El comunicado, fechado este mes y firmado por el cártel, apareció hoy colgado en varios lugares del estado de Michoacán en el que operan desde hace años y pegado en postes, farolas y viviendas de varios municipios de la zona oriente.
Hasta el momento, no ha habido reacción del Gobierno mexicano a la difusión de las supuestas intenciones del cártel.
La Familia defiende su actuación desde 2005 como un esfuerzo por hacer frente a "la incapacidad" del Gobierno mexicano "para otorgar seguridad a los ciudadanos".
Denuncia que existe una "cacería en contra de la sociedad michoacana" por parte del Ejército y otras fuerzas federales "utilizando como excusa el acabar con nuestra organización", ante lo cual La Familia dice que "no quiere ser pretexto" para que las acciones contra ella justifiquen los abusos a los derechos humanos de los habitantes del estado.
"Si el gobierno acepta este compromiso público y lo cumple, La Familia Michoacana se disolverá para no seguir siendo bandera con la que las autoridades federales siguen atropellando los derechos humanos de los michoacanos", agrega el supuesto comunicado de la organización.
El grupo armado aclara en el escrito que ellos no matan inocentes y lo que buscan es el "bienestar" de la gente, por lo que abren una consulta pública a través de redes sociales, internet, radio, televisión y prensa, para conocer la opinión de los ciudadanos "para que valoren si les servimos o desaparecemos".
La Familia Michoacana comenzó a operar en 2005 por su cuenta, tras cortar los lazos que tenía con el grupo de sicarios -hoy cártel- de Los Zetas, con el que operaba bajo el nombre de "La Empresa".
Con sede en el sureño estado de Michoacán, La Familia se ha caracterizado por actos de extrema violencia con sus rivales, como decapitaciones, y por querer pasar como un grupo que busca mejorar su entorno social.
Tras un desafío abierto al Gobierno en 2009 con el asesinato de doce policías federales, y el posterior ofrecimiento de un pacto, el cártel fue severamente golpeado por las fuerzas armadas durante meses.
Hoy, Michoacán sigue bajo la sospecha de su infiltración en policía y gobierno, y la zona es escenario de incidentes violentos con regularidad a pesar de la presencia de los militares, lo que ha perjudicado la imagen turística del estado.
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