Antes del entronque del Salto a San Isidro que conduce a Las Plazuelas, en la glorieta, a 300 metros del primer poblado, junto a un cerro, estaban seis cadáveres de jóvenes víctimas de torturas y con el clásico tiro de gracia, todos atados de los pies y manos hacia atrás, la mayoría cubiertos del rostro con sus playeras y otros con cinta canela, uno tenía exposición de masa encefálica a causa de un disparo de AK- 47.
En el lugar del hallazgo, la perito criminalística Sandra Trujillo Ortiz, durante la inspección ocular, encontró 17 casquillos de diversos calibres, 38 súper, .9 milímetros AK-47 y AR-15.
La ministerio público del fuero común Sector Coloso, dio fe de los cadáveres, comprobó que antes de la ejecución todos fueron torturados y por las huellas se supone llevaban varios días en martirio.
Por el sonido de las detonaciones, los lugareños están convencidos que anteanoche a las 20:00 horas las seis personas fueron llevadas al lugar donde fueron encontradas, los pusieron en fila y los mataron.
Uno de los cadáveres traía boxer, playera a rayas blancas, sin calzado, era de tez morena, pelo lacio, 1.72 metros de estatura y aproximadamente 30 años de edad, estaba atado de pies y manos hacia atrás con cinta canela.
Otro con pantalón negro de mezclilla, sin camisa ni calzado, pelo corto y lacio, 1.70 metros de estatura y 30 a 34 años de edad, presentaba el cráneo destrozado del lado izquierdo por disparo de arma de fuego, era de tez morena clara y complexión regular, sin señas particulares.
El tercero vestía pantalón de mezclilla azul, playera blanca a rayas verdes, sin calzado, tez morena clara, 1.65 metros de estatura y aproximadamente 25 años, tenía impactos de bala en la cabeza, estaba con manos y pies atados hacia atrás con cinta canela, su rostro estaba destrozado del lado derecho a causa de arma de fuego.
El cuarto individuo con pantalón de mezclilla negro, sin playera, moreno claro ni calzado, de 1.70 metros de estatura y 32 años de edad.
El quinto cadáver vestía pantalón negro, playera verde con la que tenía tapada la cara, pelo lacio, sin calzado, estaba atado al igual que sus compañeros de infortunio, de 1.66 metros de estatura y aproximadamente 34 años de edad.
El último vestía un pantalón de mezclilla azul, playera naranja, sin calzado, pelo corto y negro, todos tenían el clásico tiro de gracia.
La perito en criminalística Sandra Trujillo Ortiz encontró casquillos percutidos calibre .45, dos calibre 2.23, uno calibre .9 milímetros y otros tantos de diversos calibres.
Encima de los cadáveres se encontró una cartulina blanca en la que revelaba que los occisos estaban colaborando para un grupo armado, en la que advierte que tienen en la mira a otros.
Informaron que estas personas se llamaban Abel Ramírez Pineda, Edel Pineda, Raymundo López, Noé Pineda Torres, Julio Serna Avila Camacho y Erwing Rodríguez Chávez.
Los familiares de los hoy occisos proporcionaron las identidades de sus parientes, pero aún no hacen la identificación cadavérica ante el ministerio público del fuero común Sector Coloso, donde se inició la averiguación previa TAB/COL/01/0506/2010.
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