Veinticinco heridos —nueve de ellos menores y de estos dos de gravedad— fue el saldo final de una jornada de granadazos que convulsionó a Tamaulipas, el sábado pasado, a partir del mediodía y hasta las 23 horas.
En tres ataques distintos en Reynosa y Tampico, estallaron en total cuatro granadas, y entre los lesionados se cuentan dos elementos de la Policía Metropolitana de Tampico.
La Secretaría de Seguridad Pública de Reynosa dio a conocer que en esa ciudad fueron cometidos dos ataques en un lapso de una hora y media.
El primero de estos hechos ocurrió a alrededor de las 12:30 horas, y dejó un saldo de 11 personas heridas, entre ellas una menor de tres años de edad.
Señaló la dependencia que el servicio de emergencias 066 recibió una llamada anónima, mediante la cual se informó que habían explotado dos artefactos en las calles J.B Chapa y Cristóbal Colón, de la zona Centro. La policía corroboró los estallidos.
Aun antes de que iniciaran las diligencias ministeriales sobre este hecho, a las 14:00 horas, a pocas cuadras de donde se registró el primer atentado, explotó una tercera granada. Ocurrió en las calles Canales y Morelos y dejó 12 lesionados, entre ellos cinco menores de edad.
Paramédicos de la Cruz Roja reportaron a dos de las víctimas en estado de suma gravedad y hasta ayer domingo, tal diagnostico persistía.
Cerca del lugar de los hechos la policía localizó, abandonada, una camioneta Trail Blazer. Estaba estacionada en las calles Matamoros y J.B. Chapa, tenía el motor encendido y sus puertas abiertas. Adentro había documentos a nombre de José Martínez, con domicilio en Mission, Texas.
Los granadazos ocurrieron un día después de que el Ejército abandonó los retenes carreteros, cuyo control había asumido la víspera.
Y en Tampico, dos oficiales heridos fue el saldo que dejó un ataque con granada, arrojada desde un vehículo en marcha contra oficinas de la Policía Metropolitana de Tampico.
Los hechos se registraron alrededor de las 23:00 horas del sábado en la esquina de las calles Tamaulipas y Sor Juana Inés de la Cruz, en la zona centro de aquella ciudad.
De acuerdo con un reporte a la Central de Emergencias C-4, un estallido causado por una granada destruyó la caseta de entrada de la Policía Metropolitana.
Según testigos, el artefacto fue lanzado por delincuentes desde una camioneta tipo Yukon blanca que escapó hacia la Laguna del Carpintero, al este de esa ciudad.
Tras la agresión, patrullas de la Policía Metropolitana persiguieron al vehículo e iniciaron una balacera, que se prolongó hasta el Bulevar Perimetral, en la zona de La Laguna.
Al marcarles el alto, los tripulantes imprimieron velocidad y se desató entonces una persecución y un enfrentamiento a balazos, sin que la policía lograse detener a los agresores.
Los policías heridos tuvieron que ser trasladados en patrullas al Hospital General, ya que la Cruz Roja se abstuvo de atender la emergencia.
La granada que lanzaron los delincuentes causó daños en vehículos y destruyó la caseta vigilancia de acceso a la Policía Metropolitana.
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