Narcotráfico en México

Los cuer­pos de tres eje­cu­ta­dos apa­re­cie­ron la no­che de ayer en me­dio de un char­co de san­gre en la Co­lo­nia Am­plia­ción Los An­ge­les, mo­men­tos des­pués de que ve­ci­nos es­cu­cha­ron una se­rie de de­to­na­cio­nes de ar­ma de fue­go que hi­cie­ron que ate­mo­ri­za­dos y so­bre­sal­ta­dos sa­lie­ran a ver de qué se tra­ta­ba, pa­ra ser tes­ti­gos del trá­gi­co es­ce­na­rio que se pre­sen­ta­ba an­te sus ojos. Los ca­dá­ve­res se en­con­tra­ban ata­dos de pies y ma­nos con cin­ta ca­ne­la y con los ojos ven­da­dos con el mis­mo ma­te­rial, pre­sen­tan­do to­dos el ti­ro de gra­cia, ade­más los dis­pa­ros re­ci­bi­dos pre­via­men­te.

Por el avi­so re­ci­bi­do en el sis­te­ma de emer­gen­cias 066, se des­pren­de que fue apro­xi­ma­da­men­te a las 23:10 ho­ras cuan­do ve­ci­nos de la Am­plia­ción Los An­ge­les, en las ca­lles Ren­due­les y Pá­ma­nes es­cu­cha­ron los dis­pa­ros por lo que, ate­mo­ri­za­dos y em­bar­ga­dos de pá­ni­co sa­lie­ron de sus vi­vien­das con la in­ten­ción de en­te­rar­se de dón­de pro­ve­nían los dis­pa­ros y qué era lo que es­ta­ba ocu­rrien­do. La sor­pre­sa so­bre­vi­no al en­con­trar en me­dio de char­cos de san­gre tres cuer­pos de se­xo mas­cu­li­no, dos jó­ve­nes de en­tre 20 y 25 años y otro de en­tre 30 y 35, ata­dos de pies y ma­nos con cin­ta co­lor ca­ne­la y ven­da­dos de los ojo; el úl­ti­mo de los men­cio­na­dos te­nía los pan­ta­lo­nes ba­ja­dos has­ta la al­tu­ra de los pies. Has­ta el mo­men­to se des­co­no­ce la iden­ti­dad de los eje­cu­ta­dos.

Los tres ca­dá­ve­res es­ta­ban ti­ra­dos a un cos­ta­do del tem­plo mor­món que se ubi­ca en di­cho sec­tor y fren­te a la bar­da de la Es­cue­la Se­cun­da­ria Fe­de­ral Nú­me­ro 1. Se des­ta­có que so­bre uno de los cuer­pos se ha­lló una car­tu­li­na ama­ri­lla con le­tras na­ran­ja con la le­yen­da: "Es­te es un men­sa­je pa­ra se­cues­tra­do­res y ex­tor­cio­nis­tas" (sic).

Por los dis­pa­ros es­cu­cha­dos por los ve­ci­nos y los char­cos de san­gre en­con­tra­dos jun­to a los ca­dá­ve­res, se de­du­jo que las tres per­so­nas fue­ron acri­bi­lla­das en el mis­mo lu­gar, ob­ser­ván­do­se en to­dos ellos el ti­ro de gra­cia en la ca­be­za.

Se in­for­mó que uno de ellos, era de com­ple­xión ro­bus­ta y ves­tía pan­ta­lón de mez­cli­lla azul, te­nis ne­gros, pla­ye­ra gris y cal­zon­ci­llos a ra­yas blan­cas con azul.

Otro ves­tía pan­ta­lón de mez­cli­lla azul, los que te­nía ba­ja­dos has­ta los pies, cal­zon­ci­llo gris y pla­ye­ra gris jas­pea­do y el res­tan­te por­ta­ba pla­ye­ra ro­ja con man­gas azu­les y a és­te lo cu­bría la car­tu­li­na en men­ción a la al­tu­ra de la re­gión glú­tea.

Des­pués de dar avi­so los ve­ci­nos al 066 so­bre el ma­ca­bro ha­llaz­go el lu­gar se lle­nó en cues­tión de mi­nu­tos por per­so­nal de la DSPM que a bor­do de in­fi­ni­dad de pa­tru­llas lle­ga­ron al si­tio.

Los ele­men­tos de las cor­po­ra­cio­nes po­li­cia­cas res­guar­da­ron el área de in­fluen­cia es­pe­ran­do la lle­ga­da del agen­te del mi­nis­te­rio pú­bli­co de De­li­tos Con­tra la Vi­da y la Sa­lud Per­so­nal y de los Ser­vi­cios Pe­ri­cia­les pa­ra que die­ran fe de los ca­dá­ve­res y és­tos fue­ran le­van­ta­dos, así co­mo to­mar evi­den­cias de los he­chos.