Funerales de solados decapitados
El toque de diana acelera el llanto de las madres, esposas e hijos que despidieron a seis militares que fueron decapitados la madrugada de ayer -domingo-; después se lee un mensaje del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), general de división Guillermo Galván Galván, en voz del comandante Enrique Alonso Garrido, dirigido a quienes los privaron de la vida y la sentencia es cruda; "fue un grave error de los delincuentes este atrevimiento... vamos con todo el poder del instituto armado".
Lo que se interpreta como una declaratoria de guerra del Ejército Nacional hacia el crimen organizado, se da en una mañana soleada, aunque los rayos del astro rey no logran calentar a una concurrencia que acude a las instalaciones de la XXXV zona militar para dar el último adiós a los soldados caídos.
Antes de las diez de la mañana, en un helicóptero de la Sedena descendieron el responsable de las Fuerzas Armadas, Guillermo Galván, y el titular de Gobernación, Fernando Gómez-Mont.
La presencia de los funcionarios de primer nivel del gobierno federal no logra reconfortar a los dolientes, que sentados en primera fila dan rienda suelta a la tristeza, al reproche y el clamor de justicia.
-¿Por qué? ¿Por qué dejaron que llegaran esas gentes tan cobardes, sin sentimientos y con ese instinto animal? -pregunta una de las madres sin obtener respuesta de los oficiales.
Otra mujer joven, de tez clara y lentes oscuros está sentada en una silla de metal con un pequeño de apenas un año depositado en el suelo, llora preguntando qué fue lo que pasó, ¿por qué la saña? ¿Qué va a pasar en el futuro?
-¿Qué vamos a hacer sin tu papá? -cuestiona al niño, que responde con un ruidoso llanto, contagiado por la congoja de su madre.
SOLIDARIDAD
CON DEUDOS
En la apertura del mensaje, el general Galván hizo mención de los jóvenes militares que a su decir; "fueron víctimas de una de las manifestaciones más crueles que puede provenir de un ser humano".
Complementó: "individuos carentes del menor germen de remordimiento, asesinaron repugnante y cobardemente a compañeros de armas, dedicados a cumplir con su trabajo, el ataque de aquellos ya de por sí infractores de la ley, marginados no sólo de la sociedad, sino por la vida misma, es una venganza enfermiza y ruin".
Así, evocó la memoria del capitán Erwin Hernández Humaña, los sargentos Juan Humberto Tapia Romero y Ricardo Marcos Chino, los cabos José González Mentado, Juan Muñoz Morales, así como de los soldados Julián Teresa Cruz y Catalino Martínez Morales, representa una muy sensible pérdida para todos nosotros".
En otra parte del mensaje leído frente a los dolientes, el responsable de la Sedena se refirió a los verdugos de los militares como "asesinos de poca hombría", posteriormente explicó el porqué se hacía hincapié en esa parte.
Agregó: "el pueblo debe saber, que por más lamentables que sean las acciones de la delincuencia, jamás constituirán causa de temor, desmayo, desaliento o titubeo, para quienes tenemos por elevado encargo velar por la seguridad y el bienestar de nuestro pueblo, ni esto, ni nada nos amedrenta, el combate seguirá y lo haremos con mayor fuerza y ahínco para reducir riesgos y mejorar resultados".
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2 comentarios:
Estos hechos son una muestra más de que estos malditos delincuentes no tienen sentimientos para nadie, no tienen remordimientos; yo estoy convencida de que la pena muerte es la única solución para acabar con estos animales, porque no se les puede llamar de otra manera. Son animales que ya no deben tener derechos dentro de nuestra sociedad porque ellos no respetan los derechos de los demás, porque habriamos nosotros de respetarlos? Mi más sentido pesame a los familiares de estos heroes caidos, sobre todo a las madres, que Dios las bendiga y les de la fortaleza que necesitan para salir adelante, en mis plegarias están todos los días, a las esposas que ven con dolor un porvenir con sus hijos, no estan solas y sean fuertes que sus hijos las necesitan, ustedes ahora son su único motor y a ellos que no se dejen tocar la maldad con que desgraciadamente vivimos todos los días. Que Dios los Bendiga, hoy y siempre.
Esos asesinos cobardes somos militares que nos corrieron del ejercito, y somos las bestias que forman las fuerzas armadas
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