Los cárteles mexicanos de la droga extienden sus tentáculos por América Latina y preocupan a los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Colombia y Guatemala, según lo expresado en la I Reunión de Ministros en Materia de Seguridad Pública de las Américas.
En Guatemala existe el temor de que "la lógica de la economía del delito se traslade a territorio guatemalteco", dijo el martes en una conferencia de prensa José Francisco Jiménez, ministro de Gobernación.
En marzo pasado, ocho mexicanos y cuatro guatemaltecos encabezados por Daniel Pérez Rojas alias "El Cachetes", dirigente de la organización criminal mexicana 'Los Zetas', asesinaron a 11 personas en un crimen bautizado en Guatemala como el "narcoasesinato".
"Éxito del Plan Colombia, éxito en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado en México. Obviamente, para decirlo de manera coloquial, somos carne de una hamburguesa", añadió Jiménez.
Este miércoles el secretario General de la Oficina de Naciones Unidas de la Droga y el Delito (ONUDD), Antonio Acosta, sostuvo que los países de Centroamérica y el Caribe "están atrapados en el fuego cruzado de drogas y armas".
Según Acosta, mientras Estados Unidos consume la mitad de la cocaína mundial, en Sudamérica se produce toda la coca que circula en el mundo, equivalente a 950 toneladas al año con un valor de 60 mil millones de dólares.
En el marco de la reunión que se celebró el martes y miércoles en México, Costa Rica denunció que el cártel de Sinaloa, liderado por el prófugo narcotraficante mexicano Joaquín "Chapo" Guzmán, ha empezado a operar en su país.
Esta organización criminal utilizaría aviones tipo Cessna cargados de dinero para recoger la droga que dejan en el país centroamericano los cárteles colombianos.
"Por mucho tiempo lo que teníamos era la incursión de los colombianos que subían y pasaban, ya sea por mar o que utilizaran nuestra frontera terrestre. En los últimos 12 meses hemos estado sintiendo la presencia de grupos narcotraficantes mexicanos, en especial el grupo conocido como Sinaloa", dijo en rueda de prensa Janna de Vecho, ministra del Interior.
Según la funcionaria, los cárteles de la droga han empezado a utilizar fronteras no convencionales como la que existe entre su país y Nicaragua y empiezan a utilizar Costa Rica, de unos cuatro millones de habitantes, como bodega de la droga.
En tanto el gobierno de Colombia denunció también en México que los cárteles narcotraficantes mexicanos están comprando droga a la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia).
"Preocupa en particular el fortalecimiento entre los cárteles mexicanos y las FARC. Los cárteles mexicanos están comprando mucho a las FARC y están exportando a México, América del Norte y a Europa también", dijo en rueda de prensa Sergio Jaramillo, viceministro para las Políticas y Asuntos Internacionales del ministerio de Defensa de Colombia.
En el sur del continente, las autoridades argentinas desmantelaron en julio un laboratorio ilegal donde se incautó efedrina y detuvieron a individuos sospechosos trabajar con el cartel mexicano de Sinaloa.
El descubrimiento de esta instalación fue significativo porque hasta ahora Argentina sólo era un país de tránsito y en parte de destino, dijo el Secretario de Seguridad Interna del Ministerio de Justicia de Argentina, Héctor Masquelet.
Sin embargo, descartó que "haya una presencia mayor" de cárteles mexicanos, así como que éstos hayan contactado con empresarios argentinos.
"La vinculación con empresarios argentinos, en lo que ha surgido de las investigaciones, es una actividad marginal no de grandes empresarios. Es decir, (no hay vínculos) de farmacéuticas de prestigio en el mercado, sino más a unos aventureros empresarios que vieron la posibilidad de hacer negocios con alto grado de rentabilidad".
El presidente de México, Felipe Calderón, llamó el martes durante la inauguración de la reunión regional a incrementar la cooperación entre las naciones para combatir la producción y el tráfico de droga y pidió a Estados Unidos que ataque el consumo.
El gobierno de México emprendió desde diciembre de 2006 una guerra frontal contra los cárteles de la droga con el despliegue de 36 mil militares en diferentes zonas del territorio nacional que no ha podido evitar el asesinato de unas 3 mil personas en lo que va de 2008.
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