El narco es libre en Sinaloa, muchos aseguran que hay pacto


Mario López Valdez conquistó la gubernatura del estado de Sinaloa presentándose como el candidato del cambio y pintando a su rival como un allegado al narcotráfico, que hace años fue fotografiado con uno de los principales capos del país.

Apenas asumió el cargo en enero, no obstante, empleó a un exjefe policial que en el pasado fue acusado de proteger al cartel de Sinaloa. Este cartel se maneja con tanto desparpajo en Sinaloa que sus miembros entierran a sus muertos en imponentes mausoleos en el principal cementerio de Culiacán, la capital. Los cambistas del mercado negro operan abiertamente. Las estanterías de los comercios ofrecen mercancías de empresas que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos considera son operadas por el crimen organizado. Las camisetas con imágenes de los principales capos están de moda.

Muchos se preguntan por qué el presidente Felipe Calderón ha enviado miles de soldados a bastiones del narcotráfico como Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León y Michoacán, el estado del mandatario, y apenas unos cientos a Sinaloa.

"En Sinaloa es evidente que hay un pacto", afirmó el legislador de ese estado Manuel Clouthier, del Partido Acción Nacional (PAN) al que pertenece Calderón, y quien ha irritado al gobierno con insinuaciones de que las autoridades de su estado colaboran con los traficantes mientras el gobierno nacional se hace el distraído. "Ha sido un estado seguro para que el crimen organizado viva allí, trabaje allí y se pueda desempeñar con toda tranquilidad".

El gobierno de Calderón no respondió a solicitudes de comentarios. En el pasado negó tajantemente haber ignorado a Sinaloa y destacó que la detención o muerte de varios líderes de ese cartel, incluido su número tres, Ignacio "El Nacho" Coronel, son prueba de que el gobierno persigue a todos los carteles por igual.

Luego de una reciente reunión con el gobernador de Sinaloa, el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, dijo que los gobiernos federal y estatal analizarían cuáles son las regiones clave a las que habría que enviar refuerzos. Pero subrayó que primero el gobierno de Sinaloa debe hacer una limpieza en sus propias fuerzas de seguridad bajo una nueva iniciativa federal que suministra millones de dólares a los estados para que revisen los antecedentes de los agentes policiales.

Funcionarios y expertos argumentan que es natural enfocar los esfuerzos en las bandas más violentas. Aunque los homicidios se duplicaron en Sinaloa el año pasado en disputas territoriales con el cartel rival de "Los Zetas", el estado ha tenido menos masacres y decapitaciones que otros estados.

"Estamos haciendo un esfuerzo por estirar la cobija lo más que podamos", expresó Blake.

El nuevo gobernador dice que está empeñado en combatir la corrupción, el crimen y la narcocultura en el sitio que vio nacer a capos como Joaquín "El Chapo" Guzmán e Ismael "El Mayo" Zambada. A diferencia del "Nacho", muerto en su casa en el estado de Jalisco, se cree que Guzmán y Zambada se ocultan en las montañas de Sinaloa o en el vecino Durango y son protegidos por funcionarios corruptos y personas que se benefician del narcotráfico.

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