Drogas y belleza: combinación a la que ya apelan los narcos


Durante los últimos años las bandas de narcotraficantes en América Latina parece que encontraron una nueva beta para engañar a la Policía y fue la de reclutar bellas señoritas, en su mayoría modelos, para pasar desapercibidas y poder convertirse e n transportadoras de drogas.

María Belén Tellez y Jésica Almada fueron detenidas en España hace ya más de tres años, luego de que en sus valijas encontraran 18 kilos de cocaína, que fueron puestas por su manager. Las chicas estuvieron presas más de un año en ese país y luego fueron liberadas, porque el representante asumió la responsabilidad de ese delito.

Hace ya un año, la modelo colombiana Angie Sanclemente Valencia fue apresada en Argentina, tras imputarla por ser la líder de una banda de modelos narcos que transportaban droga a España.

Sanclemente Valencia negó los cargos, pero en la actualidad sigue presa, tras encontrarse más pruebas que la incriminan al caso.

En tanto, durante los últimos días, la Policía boliviana atrapó a la modelo de Santa Cruz de la Sierra Mariana Molina, a quien acusan de ser testaferro de un peligroso cartel de droga de su país.

Molina fue reina de belleza del carnaval de su ciudad y la reina de la piña, títulos honoríficos que la llevaron a tener popularidad en su país.

Esos logros la llevaron a pensar que podría pasar desapercibida en otros aspectos, ya que su fama le permitiría evadir cualquier control, pero finalmente fue detenida la semana pasada en la mismísima Santa Cruz de la Sierra. Al tercer día la beneficiaron con prisión domiciliaria.

La joven de 20 años tenía en su poder cuando fue detenida dos automóviles valuados en 100 mil dólares y 10.000 de esa moneda debajo del asiento de uno de ellos, pero también le encontraron la escritura de venta de una propiedad valuada en 140 mil dólares, aunque para explicar ese hecho la modelo dijo que la compró con la plata que le "habían regalado los hombres casados con los que salía".

Pero la relación entre las modelos y los narcos no termina ahí, ya que Molina mantuvo una disputa mediática con otra maniquí como Eliane Cuéllar, integrante del grupo Las Magníficas, y quien se hizo conocida en los últimos tiempos por viajar en el avión Hawker de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá.

El 16 de abril pasado, Cuéllar viajó desde Buenos Aires a Santa Cruz de la Sierra como acompañante de su novio, el colombiano Wilson Díaz Vélez, quien es investigado por la policía de Bolivia ante la presunción de integrar el cartel narco que había contratado a los hermanos Juliá para transportar los 944 kilos de cocaína a España.

Estos son algunos de los casos más conocidos en los que ciertas modelos deciden apelar a su fama de frívolas para pasar desapercibidas y poder concretar ciertas operaciones turbias, pero a juzgar por algunos resultados los investigadores ya están alerta con este tipo de señoritas de las pasarelas.

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