Las elecciones y el narco en el Acapulco


Resignado, tal vez conforme porque llegó a los 50 años como taxista y recuerda con nostalgia los mejores años del puerto. Es Santiago García, empleado de Taxi-Acá, quien sólo se limita a expresar: "estamos aprendiendo a vivir así, con miedo".

Y es que los habitantes de Guerrero no están interesados en el proceso electoral que se vive aquí. Su interés está en la violencia que crece cada día y que presenta los niveles más altos de los últimos años.

Tan sólo 28 ejecutados este fin de semana; 15 de ellos decapitados y arrojados en una plaza comercial de los suburbios de Acapulco y dos ejecutados en la costera Miguel Alemán.

Tanto turistas como lugareños, están atentos a las sirenas que transitan de manera constante por esta ciudad. Pendientes de no quedar en medio del fuego cruzado entre las bandas del narcotráfico que operan en este puerto.

"Al principio las balaceras sólo se presentaban en zonas como la Sabana, la Progreso y en la salida a Pinoteca Nacional", se limita a decir Santiago García y agrega con miedo y tristeza: "actualmente, hasta en la costera Miguel Alemán, se dan estos enfrentamientos".

Y es que este domingo, donde en antaño circulaban artistas de cine en sus automóviles descapotados; donde caminaban las turistas en diminutos trajes de baño; y los hijos de acaudaladas familias del DF, hoy circulan los convoyes de militares y marines.

Por eso es que las campañas no prenden. Muy parejas a los ojos de los acapulqueños y muy cerradas en los estudios de opinión. Ni los espectaculares de Joan Sebastian, apoyando a Manuel Añorve, candidato del PRI al Gobierno del Guerrero, ni el "Animo Guerrero" de Angel Aguirre Rivero, ni tampoco la presencia de los presidenciales Marcelo Ebrad o Enrique Peña, han logrado estimular al elector de aquí.

Las últimas mediciones de ambos equipos reconocen una ligera ventaja de Angel Aguirre sobre Manuel Añorve: 38% del primero contra 34% del segundo, en las más conservadoras. Aunque el nivel de aprobación para Zeferino Peña es del 50 por ciento, la aspiración de cambio es sólo del 37 por ciento.

Así esta el ánimo por acá. Con miedo y resignación. Con candidatos que vienen del mismo partido: "los dos son del PRI", ataja Santiago García. "Los dos partidos nos han quedado mal. Por un lado Manuel Añorve que inauguró un puente sin terminar y Felix Salgado, que tiro al barranco lo que había logrado Zeferino Torreblanca en el municipio", agrega el taxista -como todos los de su gremio- mejor informado de Acapulco.

Aunque se estima una participación electoral arriba del 50 por ciento, la realidad es que difícilmente la gente saldrá el 30 de enero a las urnas. Porque al miedo y a la resignación se le agrega el poco interés por la política. Porque los habitantes de Acapulco, y en general de Guerrero, están aprendiendo a vivir así.

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