La Secretaría de Marina-Armada de México y la Agencia Federal de Investigación llevaron a cabo un operativo para trasladar al penal de máxima seguridad del Occidente, en Puente Grande, Jalisco, a Sergio Enrique Villarreal Barragán, El Grande, presunto jefe de sicarios y segundo al frente del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
Su traslado se efectuó 96 horas después de vencer su arraigo, pues la Procuraduría General de la República analizó en qué lugar podía permanecer sin que corra peligro su vida.
Su internamiento fue en cumplimiento a una orden de aprehensión librada por el juez Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales del Distrito Federal, como probable responsable de los delitos de delincuencia organizada con la finalidad de realizar delitos contra la salud, contra la salud en la modalidad de tráfico de marihuana y cocaína, así como homicidio calificado.
También se cumplimentaron las órdenes de aprehensión libradas por los juzgados Segundo y Quinto de Distrito de Procesos Penales Federales en Nayarit y Estado de México, respectivamente, en las que el inculpado es señalado, en la primera de ellas, como presunto responsable del delito de delincuencia organizada, y en la segunda por el mismo acto ilícito.
El Grande es uno de los hombres clave del narcotráfico en nuestro país durante los últimos años y uno de los principales líderes del cártel de los Beltrán Leyva, quien después de la muerte de Arturo Beltrán Leyva, El Jefe de Jefes, disputó el control de dicha organización criminal.
Villarreal Barragán es testigo colaborador de la PGR y negoció una pena menor por los delitos que cometió.
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