Personal de la Procuraduría General de Justicia de Nuevo León, localizó un total de 51 restos de personas ejecutadas e inhumadas clandestinamente en un predio del municipio de Benito Juárez las que, según fuentes militares, habrían sido víctimas del grupo de Los Zetas, como parte de la disputa por las zonas de trasiego de drogas que sostienen con los cárteles del Golfo, Sinaloa, La Familia y Los Valencia, que se han unido en un grupo al que han denominado La Resistencia.
La cifra de cadáveres localizados en narcofosas no tiene precedente en Nuevo León. Durante tres días en el predio que se conoce como la Hacienda de Calderón, que se ubica a un costado del fraccionamiento Las Águilas y con una extensión de tres hectáreas, los peritos locales ubicaron los cuerpos de víctimas que tenían al menos 15 días de haber sido ejecutadas.
El número de cadáveres rebasó la capacidad del Servicio Médico Forense (Semefo) de la procuraduría local y obligó a rentar camiones con sistema de refrigeración para consrvar los restos provisionalmente mientras se realizan las diligencias de identificación y las autopsias de ley correspondientes, explicó el direc- tor de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), Adrián de la Garza Santos.
Tanto el personal de servicios periciales como de investigación han tenido que cumplir horas extra, ante la sobrecarga de trabajo, explicó.
Se identificará a las víctimas
Adrián de la Garza expresó que hay condiciones que permitirán identificar a las víctimas, ya que muchos de los cuerpos presentan tatuajes y tienen buen estado de conservación, a pesar de haber sido sepultados en el transcurso de las dos semanas anteriores.
Entre los 51 fallecidos se localizaron los restos de tres mujeres, la mayoría de los cuerpos corresponde a personas jóvenes de entre 20 y 30 años de edad.
A raíz de una denuncia ciudadana, el pasado 22 de julio, las autoridades encontraron en el terreno, que funcionaba como relleno sanitario o basurero, que habían sido confinados, finalmente, un total de 51 cadáveres, algunos de ellos calcinados.
Militares y peritos de la procuraduría estatal iniciaron las excavaciones y ese día localizaron siete cadáveres, el viernes otros 31 y el sábado 13 cuerpos más.
Por otra parte, el gobernador, Rodrigo Medina de la Cruz, reconoció que este podría ser el hallazgo de cadáveres más grande en el país y afirmó que una de las hipótesis es que estos hechos son parte de la guerra entre las bandas del crimen organizado y que las mismas víctimas podrían formar parte de alguno de estos grupos.
“Se tienen algunas hipótesis de que pudieran ser gente relacionada al crimen organizado, producto de algún enfrentamiento en la guerra que protagonizan estos cárteles, pero sin duda tendríamos primero que identificar y saber con certidumbre antes de dar alguna posición formal oficial y definitiva”, expuso Medina de la Cruz.
Reto para el Estado: Medina
Tal cantidad de personas ejecutadas y sepultadas clandestinamente, señaló el gobernador, es una muestra del grado de violencia con la que se enfrentan los grupos del narcotráfico, y también el reto que representan para el Estado.
El 29 de junio fueron localizados los restos de 12 personas en un paraje de la comunidad de Santa Ana en las faldas del Cerro de la Silla, también municipio de Benito Juárez, y el 14 de julio, en un predio que funcionaba como lote oficial de autos del municipio de Guadalupe, fueron hallados restos humanos y varios tambos de 200 litros donde supuestamente eran “cocinados” o disueltos los cuerpos de las víctimas.
Sin embargo, en mayo de este año, en el municipio de Taxco en Guerrero, se localizó una narcofosa de la que se extrajeron los cuerpos de 55 ejecutados por el cártel de los Beltrán Leyva.
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