A seis meses de que cayera abatido a tiros, por elementos de la Secretaría de Marina Armada de México, en uno de los departamentos del exclusivo complejo de edificios "Altitude"en la ciudad capital, Arturo Beltrán Leyva, "El Jefe de Jefes" ó "El Barbas", el día de ayer a las 7.00 horas, en el marco del "Día del Padre", sedicentes sicarios integrantes de esta organización dejaron a las puertas del lugar, ofrendas florales y narcomantas firmadas por Sergio García Villareal, "El Grande", pero antes de huir hicieron varios disparos al aire.
De acuerdo a los reportes que aterrados vecinos hicieron a las autoridades, fue a las siete de la mañana cuando, tras de llegar un comando armado en varias camionetas de lujo y someter a los guardias de seguridad, colocaron varias "coronas de flores", y encima de estas tres narcomantas con texto similar, para finalmente hacer disparos al aire y darse a la fuga.
El contenido de los textos decía: "Un buen amigo al que nunca olvidarle Jefe de Jefes, Arturo Beltrán Leyva del amigo El Grande que lo quiso como a un padre no descansare hasta cumplir mi promesa de acabar con el homosexual Edgar Valdez Villareal La Barbie ATTE, EL Grande".
Este hecho, una vez más volvió a provocar la zozobra de decenas de familias que habitan aún estos lujosos departamentos, en los que el día 16 de diciembre, tras un impresionante operativo de los elementos de la Marina, aniquilaron al "Jefe de Jefes" y a los miembros de "su seguridad", en medio del secreto a voces de que, "su principal jefe de sicarios, su brazo derecho, Edgar Valdez Villarreal, "La Barbie" lo habría traicionado, lo que vendría a confirmarse semanas después, cuando los fieles seguidores de Arturo Beltrán y su hermano "El H", retomaron el control de la organización y la plaza e iniciaron una cruenta disputa en contra del que acusan de traidor".
Todo lo anterior, de acuerdo a los narcomensajes dejados a la ciudadanía, y a los reportes de "inteligencia" obtenidos por las fuerzas federales.
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