La violencia durante el sábado y el domingo pasados cobró la vida de nueve personas en Durango, donde en un solo hecho, en el poblado San Nicolás, municipio de Santiago Papasquiaro, fueron encontradas seis personas calcinadas.
El vocero de la Procuraduría de Justicia del estado, Rubén López Gallegos, informó que personal de la dependencia realizaba un recorrido de vigilancia cuando encontró cuatro tambos y dos bidones con residuos de diesel, y a ocho metros a la redonda fueron localizadas seis fosas clandestinas donde había seis personas completamente calcinadas.
Los seis cuerpos fueron localizados en el paraje San Nicolás, cerca del poblado Garame de Abajo, de Santiago Papasquiaro, lugar en donde también fueron encontrados casquillos percutidos de diversos calibres.
Los restos calcinados fueron trasladados a la ciudad de Durango, donde les serán realizados estudios de ADN para su eventual identificación, además de que se iniciaron indagaciones sobre denuncias de personas desaparecidas en ese municipio.
Por otra parte, en Tepehuanes, afuera del Bar La Conquistadora, fueron acribillados y murieron en el lugar de los hechos Marco Guerrero Mena, de 30 años, y Sebastián García García, de 47, a quienes tirotearon varios sujetos que viajaban en un vehículo.
Y en Gómez Palacio, Jorge Daniel Olivas Sánchez, de 23 años de edad, murió tras ser baleado por varios sujetos que descendieron de un vehículo y dispararon en su contra.
Olivas Sánchez era acompañado por amigos suyos, quienes –a decir de las autoridades– lograron identificar a los hermanos Fernando y Luciano Quezada como los presuntos agresores.
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