Increíble matazón de ocho personas en dos colonias de los municipios de Atizapán de Zaragoza y Villa Nicolás Romero protagonizó esta madrugada un comando armado de aproximadamente 20 sicarios, que se desplazaron en cuatro camionetas con armas de alto poder para consumar lo que se perfila como un "ajuste de cuentas" entre narcomenudistas. Tres personas más quedaron heridas de gravedad por estos atentados.
Las masacres fueron en zonas cercanas, de diferentes municipios, sin que las policías municipales o la Agencia de Seguridad Estatal del Estado de México hayan logrado por lo menos saber las placas de los vehículos que usaron los multihomicidas.
Reportes de las autoridades policiacas mexiquenses refieren que fue en las primeras horas de este jueves cuando el convoy de la muerte, integrado por cuatro camionetas de lujo, dos de color negro y las otras blancas, llegó inicialmente a la colonia Villa de las Palmas en Atizapán de Zaragoza.
Se dirigieron a la calle Real Amapola esquina con Real Tulipanes, donde atacaron a seis individuos que se encontraban en la vía pública, a quienes acribillaron con metralletas AK-47 de las conocidas como "cuerno de chivo'', cuyos casquillos quedaron regados.
En el lugar murieron tres personas y tres más quedaron con graves lesiones, por lo que fueron trasladadas a un hospital de urgencias para recibir atención médica. Una de los víctimas fue identificada como José Adolfo Jasso.
Posteriormente, tras dejar esta estela de sangre y muerte los gatilleros se dirigieron al municipio de Villa Nicolás Romero, específicamente a la colonia Clara Córdoba, en la zona conocida como La Colmena.
Arribaron a las calles de Antonio Martínez y Herminio Cruz, donde igualmente atacaron a cinco personas que se encontraban en la calle y las acribillaron a quemarropa.
De las cinco víctimas que fueron asesinadas, cuatro fueron identificadas como David Agustín Gómez, de 18 años; José Manuel Salazar Rodríguez, de 22, apodado "el Chapo"; Pilar Velarde Rodríguez, de 27, y León Martí de 35 años de edad.
Tras quitarles la vida, los sicarios emprendieron la huída en las cuatro camionetas, mientras que en las dos colonias donde consumaron su "misión", vecinos y familiares de las víctimas no se explicaban lo ocurrido.
Según la Policía Ministerial del Estado de México, la venganza por narcomenudeo es una de las líneas de investigación que se sigue.
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