El Ejército mexicano destruyó ayer un laboratorio para fabricar drogas sintéticas en una comunidad rural y descubrieron armamento, granadas y uniformes en la ciudad de Uruapan, en dos operativos llevados a cabo en el estado de Michoacán, informó ayer el Ejército.
La Secretaría de la Defensa Nacional indicó que las acciones hacen parte de la operación "Michoacán III-09", que las fuerzas armadas llevan a cabo para contener la expansión del crimen organizado, especialmente del cártel de las drogas "La Familia Michoacana", que opera en esa zona del país.
La Secretaría de la Defensa Nacional informó que el descubrimiento del laboratorio fue resultado de una denuncia ciudadana anónima, y fue realizado por personal adscrito a la 12 región militar y vigésimo primera zona militar.
En seguimiento a la denuncia, los militares realizaron reconocimientos terrestres en las comunidades de El Potrero, La Bolsa, El Rancho y Arroyo Seco, pertenecientes al municipio de Taretán, donde localizaron el laboratorio.
Durante la operación, el personal de la Sedena aseguró un tambo de plástico con capacidad para 200 litros, que contenía aproximadamente 100 kilogramos de precursores químicos para fabricar la droga conocida como cristal, así como un bidón con cerca de 25 litros de ácido sulfúrico.
"Debido a su ubicación a campo abierto, los soldados desmantelaron e incineraron el laboratorio", precisó la Sedena, organismo que invitó a la ciudadanía a continuar realizando sus denuncias anónimas en contra del crimen organizado y narcotráfico".
Michoacán es el centro de operaciones del cártel de las drogas "La Familia", una de las organizaciones narcotraficantes más poderosas de México, y la que combate con más violencia a las autoridades, según el propio Gobierno mexicano.
Por su parte, soldados que patrullaban el barrio Ampliación Zapatistas, en la ciudad de Uruapan, localizaron un barril metálico enterrado en "una construcción en obra negra, sin puertas, completamente abierta del frente", destacó la Sedena.
En el interior de ese recipiente las autoridades decomisaron ocho armas largas y una corta, ocho granadas de mano y otra cilíndrica, 84 cargadores para diferentes calibres, 2 mil 548 cartuchos y tres juegos de esposas.
Además, encontraron varios uniformes tácticos con los que los delincuentes se querían hacer pasar por policías municipales de Michoacán, de la fiscalía federal y local, y de la extinta Agencia Federal de Investigaciones.
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