El crimen organizado dejó sentir, una vez más, su sadismo y crueldad ante sus acciones. Determinó ayer no sólo la ejecución del comandante de la Policía Municipal de Comalcalco, Baldomero García, sino la de toda su familia, tras allanar su domicilio. Sin miramiento alguno, cuatro menores fueron ejecutados a balazos, así como las respectivas madres de ellos.
Los criminales allanaron dos viviendas luego de acribillar a balazos en el patio de la casa al comandante que, en su hamaca, degustaba ciruelas y a su lado, en un sillón, acabaría su esposa que en esos momentos le acompañaba. Los tipos abrieron fuego contra cuatro menores y dos mujeres más; una de estas se dice que por curiosidad fue a ver qué pasaba y la descubrieron; murió en el hospital.
La policía fue enterada de la tragedia y de inmediato se activó la alarma estatal. La Policía Federal, el Ejército Mexicano y los cuerpos de seguridad en la entidad dispusieron de operaciones especiales para tratar de dar con los criminales que, se dijo, viajaban en una camioneta blanca de lujo. Por los municipios de Comalcalco y Paraíso se hablaban de detenciones de sospechosos, pero nada de los homicidas.
De acuerdo con informes de vecinos, aproximadamente 17:20 horas de ayer de la casa del comandante Baldomero García salieron individuos en una camioneta blanca, los cuales enfilaron hacia el municipio de Comalcalco, precisamente tomando el camino hacia la comuna llamada la Trinidad, que es la que sale a la carretera Cárdenas-Comalcalco.
Cuando fueron a ver qué había pasado se encontraron con la tragedia: el comandante Baldomero había sido acribillado junto con su esposa cuando descansaban en el patio de la casa; él acabaría recostado en la hamaca con innumerables lesiones por disparos de arma de fuego, en tanto que su señora, sentada en su sillón, también la "rociaron" a balazos.
Los vecinos de la ranchería La Piedra cuarta sección, sector La Colmena, pudieron dar cuenta de que al entrar a ver en las casas del comandante, se encontraron que en la rosa quedaron los cadáveres de los dos hijos del jefe policiaco, en tanto que en la otra vivienda, la verde, habían tres cuerpos más, que eran la de una señora y sus pequeños.
Se dice que al ir en auxilio de esta familia, por la que nada se pudo hacer, encontraron a una vecina que, todo hace suponer, fue a ver qué pasaba y la balearon. Todavía estaba con vida cuando se la llevaron al hospital regional del municipio; sin embargo, expiró a los pocos minutos de haber llegado por las heridas de bala que recibió.
La fuerzas federales y municipales arribaron a la zona, y sin pérdida de tiempo trataron de ubicar y detener a un grupo de sujetos que viajaban en una camioneta blanca, sin matricula, que enfiló hacia el municipio de Comalcalco.
Personal ministerial arribó con elementos del servicio médico forense y peritos criminalistas, los que comenzaron a realizar las diligencias de ley para luego hacer los levantamientos de los cadáveres.
En la zona se tomaron muestras de los casquillos percutidos; se dijo que habían de .9 milímetros y .380, además de los fusiles de asalto AR-15 y AK-47.
Extraoficialmente se dijo que las víctimas presentaron entre 4 y 10 impactos de bala, aunque el comandante recibió al menos 35 balazos. De hecho, encontraron más de 140 los casquillos percutidos; la unidad Volkswagen propiedad del comandante tenía 12 impactos de bala.
Para la policía no hay duda de que el objetivo era el comandante Baldomero García Rodríguez, y los que pagaron los platos rotos fueron los familiares de este hombre de 41 años.
Los nombres de los asesinados por los sicarios son: Amparo Jesús Tiquet Pérez, de 38 años de edad y esposa del comandante; sus dos hijos, Alejandro y Luis Gustavo García Tiquet, de 9 y 16 años, respectivamente.
Flor de María Adorno Rodríguez, de 26 años de edad, quien era prima-hermana del comandante, y sus hijos Bryan Gerardo y Nancy Lizbany García Adorno, de 4 y 7 años, respectivamente.
Asimismo, Adela Pérez López, de 38 años de edad, quien alarmada por los hechos, salió de su casa a ver qué pasaba y acabó acribillada.
Los operativos se mantienen y se trata de dar con la unidad en donde los criminales escaparon, los que aparentemente se internaron en la zona de la Chontalpa, especialmente en los municipios de Comalcalco y Paraíso, en donde fuerzas federales y militares mantienen un férreo dispositivo de seguridad.
EL MENSAJE ANTICIPADO
Hace 48 horas varias narcomantas aparecieron en diversos puntos de la entidad; en una de ellas un aviso daba a entender que las familias de Genaro García Luna, Ricardo Palomino y Armando Espinoza Benítez "deben pagar", porque "La Familia" es sagrada y se respeta.
Lo anterior hace suponer a las autoridades que el comandante ejecutado pagó porque no respetó a "La Familia".
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