El gobierno usa a El Chapo en contrainsurgencia: ERPI


A la larga y apenas perceptible guerra de baja intensidad en la sierra de Guerrero entre el Ejército y la guerrilla, se ha sumado un nuevo actor en los últimos tiempos: el narco.

El comandante Ramiro, uno de los mandos militares del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), le advierte a los traficantes de droga que operan en este rincón del país que “ya no vamos a permitir que sigan matando gente, vamos a investigar y actuaremos con toda la fuerza armada del pueblo, porque es un delito grave. Nosotros hemos respetado a la gente, pero si no nos respetan ya saben a lo que se atiene esta gente que manda matarnos, secuestrarnos y robar en las comunidades.

“Nosotros invitamos a la población a la autodefensa armada y a no permitir que sus hijos se integren a los cárteles de la droga, que los vuelven bestias, y a que se unan en contra de eso, y que no por traer dinero, auto nuevo se la crean, porque eso es falso y se termina”.

Para el guerrillero, quien concedió una entrevista a algunos medios de comunicación, los cárteles de la droga, en especial el que dirige Joaquín El Chapo Guzmán, están ayudando al gobierno en labores de contrainsurgencia en la región.

“Esa estrategia de combatir al narco es falsa. Aquí en Guerrero, por ejemplo, los narcotraficantes participan en las reuniones que lleva a cabo el Ejército y el gobierno del estado, golpea a un cártel y protege al otro, pero en esencia son iguales, porque asesinan, secuestran, y torturan.

“Aquí, el cártel de El Chapo Guzmán le está sirviendo al estado, y viceversa. Ahora el problema está en que los cárteles de la droga le están haciendo el trabajo sucio al gobierno mexicano”.

“Como en Ciudad Juárez”

En respuesta a las acciones del narco contra la guerrilla, dice Ramiro, “el ERPI va a oponer las armas del pueblo, impulsando la autodefensa armada. No vamos a permitir que suceda como en Ciudad Juárez, donde una madre tenga que pagar dinero para que a su hijo no le hagan daño cuando va a la escuela, y regrese sano y salvo”.

Ramiro, cuyo nombre real es Omar Guerrero Solís, un hombre que en 2005 cavó un túnel y escapó junto con otra decena de hombres de la cárcel de Acapulco, es considerado por las procuradurías de justicia de Guerrero, Morelos y Estado de México “uno de los delincuentes más buscados del centro del país”.

“A nosotros —dice— no nos preocupa lo que diga el gobierno. Desde que me fugué de la cárcel, hace ya cuatro años, me he refugiado en la sierra de Guerrero, y creo que hemos visitado la mayoría de las comunidades de la sierra; la gente nos conoce, sabe quiénes somos, si llegamos a un pueblo y la gente está haciendo su carretera, o está sembrando nosotros les ayudamos, y de eso hay cientos de testimonios.

“Si fuera cierto lo que dice el mal gobierno de los ricos de nosotros los guerrilleros del ERPI, pues la misma gente ya nos hubiera entregado, y no estuviéramos aquí platicando. La mayoría de los jóvenes que vienen es porque en sus comunidades están amenazados de muerte”, sostuvo.

Rogaciano Alba y Zeferino

Rogaciano Alba, quien durante una veintena de años dirigió la Unión Ganadera de Guerrero y hoy se encuentra en la clandestinidad, en medio de amenazas de muerte y acusaciones en la PGR por delitos contra la salud, es considerado por Ramiro como el enroque entre el Ejército y los cárteles de la droga. “Esta persona no se deja ver, pero lo cierto es que de manera constante estamos enfrentando a sus pistoleros y gatilleros, sobre todo en la zona de la sierra, donde tenía el poder, era amo y señor.

“El decidía todo, pero desde hace un buen tiempo ya no se aparece por la sierra. Gracias a que junto con las comunidades hemos implementado la autodefensa armada pudimos evitar más derramamiento de sangre, porque las bajas nuestras eran pura gente del pueblo, hubo muchos torturados, desaparecidos y ejecutados”.

La llegada de un gobernante del PRD, Zeferino Torreblanca, no cambió la larga guerra de baja intensidad que se vive en la sierra de Guerrero, estima el guerrillero del ERPI. “Sobre todo a partir de este gobierno de Zeferino Torreblanca, han querido formar grupos paramilitares, pero cuando surgen, los ubicamos, y los hemos golpeado y desbaratado, y lo vamos a seguir haciendo, y eso lo sabe el enemigo.

“En la sierra de Guerrero podemos decir con toda seguridad que los grupos paramilitares y Rogaciano ya no tienen presencia, a diferencia de las partes bajas de la sierra, ahí si tienen, por eso se presentan diversos crímenes.

“Incluso, muchos de los familiares de la gente que ha mandado matar Rogaciano están incorporados a las columnas guerrilleras del ERPI.

“Hace unos meses, por cierto, Rogaciano bautizó a un grupo como Ejército de Liberación del Pueblo (ELP), pero es falso, no existe, por eso nadie le hizo caso.

“Para nosotros está muy claro que a Rogaciano lo protegen Calderón y Zeferino. Se instalan retenes militares, y es extraño, pasan junto a ellos y no los detienen”.

La siembra en la sierra

—¿Y el ERPI, cómo sortea el problema del narcotráfico y la siembra de estupefacientes en las comunidades?—se le pregunta.

—No podemos negar que exista la siembra de diversos tipos de droga, cosa que no estamos de acuerdo, pero tampoco nos ponemos en contra de los campesinos.

“¿Qué le podemos ofrecer a la gente?, o decirle que no siembre mariguana sino maíz, por eso mientras no haya una alternativa para ellos no les podemos decir que no lo hagan.

“Si en cambio les dijéramos que hay fábricas para que trabajen, que hay escuelas y hospitales, y que pueden llevar a su hijos a pasear a cualquier parte, pues seguramente otra cosa sería.

“En la sierra de Guerrero, la gente está consciente que no se debe sembrar droga, y saben también que eso se acabará hasta que el pueblo organizado tome las riendas de éste país.

“La situación en esta zona es tan grave que los campesinos están luchando por créditos para el campo, pero el gobierno no les hace caso.

“Hemos percibido que solamente en donde hay grupos paramilitares los niños y las niñas se drogan, como sucede en algunos pueblos grandes, en la parte baja de la Tierra Caliente. Pero también está la otra cara de la moneda, en muchas ocasiones nos invitan las comunidades para que les ayudemos a quitar esos vicios.

“Podemos decir con orgullo que en las comunidades de la Costa Grande y la Tierra Caliente no se venden bebidas alcohólicas ni drogas, y mucho menos se permite el tráfico de madera. Desde hace varios años hemos impedido su saqueo, tuvimos que quemar maquinaria y les explicamos a los trabajadores los motivos de nuestra acción, y en general estuvieron de acuerdo.

EL 2010

—¿Qué representa para el ERPI el año 2010, centenario de la Revolución y bicentenario de la Independencia?

—Es solo una fecha, un año más. Nosotros estamos dando la lucha todos los días, a diario. Aquí en nuestras columnas guerrilleras tenemos a gente de tiempo completo, que son los más decididos, otros vienen por temporadas, la mayoría son campesinos, pero todos vienen de manera voluntaria.

“Hay unos que vienen por tres meses, pero al siguiente día ya se quieren regresar, y otros que venían por un día y se quedan para siempre. Al menos yo nunca he tenido vacaciones, todo va por pasos.

“El pueblo le da de comer a las columnas, y nosotros, cuando se puede, les llevamos también algo de lo que les hace falta, principalmente comida y otros  productos más.

“La papa está caliente, si un día a un guerrillero lo detienen puede decir sin vergüenza que lucha por el pueblo, pero un narco nunca va a poder decir que cortó cabezas. El guerrillero puede decir con orgullo que es parte de la autodefensa armada. Queremos decirle a los jóvenes que no se dejen engañar, es mejor diez mil veces decir que son guerrilleros y no sicarios, gente sin conciencia, asesinos y torturadores…”

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