La Muerte del Cardenal, según el “Testigo Protegido”


El relato
que el “testigo protegido” y ex lugarteniente de Ramón Arellano Félix,
publica con respecto al asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas y
Ocampo, ocurrida en 1993 en Guadalajara Jalisco, por la
trascendencia que este tema tiene y tuvo en la vida nacional.

En días previos, informamos que el individuo, que se identifica como
uno de los sicarios ligados al más sanguinario de los hermanos
Arellano Félix, anunció que publicará su versión de lo que fue el
atentado en contra de un periodista, que se presume es Jesús
Blancornelas, co director de Zeta, por la misma razón de la
importancia que reviste.


En la oportunidad previa comentamos que hay quienes piensan que
este “testigo protegido” es el ex júnior Emilio Valdez Mainero, no
obstante que el sicario, metido a escritor, ha mencionado en varias
ocasiones a este personaje como “Emilio” y como si se tratara de una
tercera persona, ajena a él.

A continuación lo que escribe en torno a ese crimen del religioso:

Vuela vuela Cardenal
(Se reproduce respetando su texto original)

Quisiera creer en Dios, pero no existe.

Fue un viaje largo. Al llegar al DF tome un avion a Buenos Aires que
cargo combustible en Panama.

Una llovizna se abatia sobre Buenos Aires. La avenida 9 de julio se
veia desierta de peatones desde la terraza del hotel. Yo esperaba a
que escampara y caminar en direccion al obelisco.

"Tomare lo que queda del dia para contemplar la ciudad y tirar la
hueva", fue lo que pense aquella vez y otras tantas cuando tuve que
viajar a cualquier lugar para cumplir una misión.

Mañana había que buscar a Alessandro quien tenia cita con Joaquin
para escuchar su propuesta de una ruta de la coca de Peru con
destino al Cartel de Sinaloa, contando con toda la proteccion del
gobierno del Chino en la frontera con Bolivia.

Bueno pero ya estoy contando de mas, a mi lo que me interesaba y
para lo que habia viajado era para asesinar a Joaquin quien
supuestamente habia llegado a Buenos Aires con una de sus
amantes.

Alessandro me entrego la escuadra. Yo entraria cuando estuvieran
sentados el y Joaquin, tal vez su mujer, en un restaurante de la
avenida Corrientes.

"Te chingas tambien a la vieja" me recomendo Ramon desde Mexico.
Por supuesto habia pensado yo, no podia permitir que regresara a
Mexico y empezaran todos los carteles enemigos una caceria sobre
mi.

Pero el dia indicado Alessandro me informo que Joaquin se hallaba
en Cancun pero habia mandado a Jorge, su representante.
"Alessandro nos quiere ver la cara de pendejos!" se encolerizo
Ramon y me encomendo matarlo tambien junto a Jorge y salir
inmediatamente de Buenos Aires.

Cuando se sentaron a la mesa del restaurante pum!
La bala que perforo la cabeza de Jorge tambien atraveso el pecho de
Alessandro.

Recuerdo que me sentia ansioso por llegar: "mate dos pajaros de un
tiro" les voy a contar.

Cuando yo regrese a Tijuana, Emilio, Gustavo, Alfredo y Federico ya
andaban en Cancun buscando a Joaquin. En su lugar y por
casualidad se encontraron a Angel y pum! se lo chingo Emilio de
carro a carro en pleno dia y ante los ojos de los turistas, luego
Gustavo le dio el tiro de gracia.

Todo sucedia tan rapido por la urgencia de Ramon de vengarse de
todos los capos porque decia que habia que dar una demostracion de
fuerza y decision.

Entonces el comandante Francisco Javier le aviso a Ramon que
Joaquin habia salido de Cancun, que al llegar al DF abordaria un
vuelo a Guadalajara.

En chinga Ramon se llevo al grupo de David al aeropuerto de
Guadalajara, donde el comandante Adolfo los doto de armas.

Acababan de llegar y un federal de caminos les aviso que ya
ingresaban los escoltas para recoger a Joaquin en el
estacionamiento. Iban armados en un marquis.

Un marquis aparecio de pronto y Alvaro se precipito y descargo su AK-
47. La tracatera se armo de un solo lado llevandose a puros
inocentes.

Ramon con todo el apoyo de la judicial federal logro escapar
abordando un vuelo por la fuerza que ya estaba cerrado a los
pasajeros pero con todo y eso viajo en primera clase.

Benjamin me mando al frente de un grupo de 200 hombres para
recoger a Ramon a su llegada al Aeropuerto de Tijuana. Iban
conmigo judiciales, el grupo de Ismael, el grupo de Manuel y agentes
federales quienes rodeamos el aeropuerto dispuestos a cuidar la
llegada de Ramon y preparados para un enfrentamiento con el
ejercito.

"Por ningun motivo permitas que detengan a Ramon" todavia
resuenan las palabras de Benjamin en mi mente como una sentencia
de muerte no cumplida.

Afortunadamente Ramon salio de la terminal aerea sin contratiempos.
La prensa y los pasajeros creyeron que aquel inmenso operativo en
el aeropuerto de Tijuana buscaba a los asesinos del Cardenal, pero
era todo lo contrario. Era para proteger a Ramon.

1 comentarios:

Anónimo Says:

puez lo que sea de cada quien, esa gente si tenia huevos y no lo presumian como los de hoy en sus corridos estupidos alterrados,

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