Un hombre de aproximadamente 50 años de edad fue asesinado a golpes y su cadáver descubierto esta mañana abandonado sobre un camino de terracería, con la cabeza cubierta con dos bolsas de plástico y un calcetín dentro de su boca.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de México, que sigue siendo "bombardeada" por una serie de asesinatos violentos, todos ellos por cierto aún impunes, informó que hasta el momento se desconoce la identidad del ahora occiso y de los presuntos homicidas, así como el móvil de este nuevo crimen.
El cadáver del desconocido fue descubierto al filo de las 8:00 de la mañana de hoy, abandonado sobre un camino de terracería ubicado sobre la Avenida de Los Arcos, en la Unidad Habitacional Rancho La Palma, en los límites de los municipios de Coacalco y Tultepec.
Estaba tirado boca a arriba, tenía la cabeza cubierta con dos bolsas de plástico negras perfectamente amarradas con agujetas también negras, un calcetín dentro de la boca, una bufanda roja cubriendo la misma cabeza y ambos oídos tapados con unos auriculares rojos.
De acuerdo a los primeros reportes que proporcionó el médico legista del centro de justicia de Coacalco, el ahora occiso presentaba fuertes golpes en diferentes partes de su cuerpo y en la cabeza a la altura del parietal derecho tenía otro golpe que al parecer le fue provocado con un objeto contundente que a la postre le ocasionó la muerte.
La Policía Judicial informó que por las bolsas de plástico que tenía enredadas en la cabeza y el calcetín que presentaba en la boca, no se descarta que éste haya estado secuestrado.
La misma Policía Judicial indicó que a pesar de que se entrevistaron con varios de los vecinos y curiosos del lugar con la finalidad de establecer si alguno de ellos conocía al ahora extinto no tuvieron suerte, pues nadie lo identificó y aseguraron que ni siquiera lo habían visto por el lugar.
Ante tales versiones, los agentes investigadores casi tienen la certeza de que los presuntos homicidas, que posiblemente conocían a la perfección la zona, únicamente llegaron para arrojar el cuerpo, al parecer desde un auto en marcha, y en seguida se dieron a la fuga para perderse entre las oscuras calles del lugar, sin que nadie los haya visto.
Del occiso lo único que se dijo es que era de una edad aproximada a los 50 años, 1.70 metros de estatura, complexión regular, cabello corto entrecano, escaso, frente amplia, cejas pobladas, ojos cafés, nariz chata, boca y labios regulares y que vestía un pantalón de gabardina azul marino de la marca Docker, una chamarra azul marino de la marca Ferrioni, camisa de manga corta gris de la marca Cotton Internacional, camiseta con tirantes blanca, trusa blanca, calcetines azules con vivos grises y un cinturón negro con café.
Mientras que elementos del grupo especial de homicidios que siguen brillando por su ausencia y que no han dado los resultados que de ellos esperaba el Procurador mexiquense, Alberto Bazbaz Sacal, continúan con sus investigaciones en un intento por aclarar este nuevo crimen y lograr la identificación y captura de los responsables, el agente del ministerio público del centro de justicia de Coacalco por estos hechos dio inicio a la averiguación previa COA/I/3379/2008 por el delito de homicidio.
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