A inicios de su gestión, el crimen organizado le propuso al gobernador Andrés Granier Melo a quien debería ser el secretario de Seguridad Pública, según reveló ayer el mismo mandatario, quien apuntó que como no aceptó la proposición, desde entonces se libra una batalla contra narcotraficantes en el estado.
Dijo que la propuesta tenía nombre y apellido y la hicieron unos días después de asumir el cargo, el 1 de enero del año pasado.
El mandatario refirió que cinco personas se le acercaron para hacerle el planteamiento, el cual rechazó de inmediato, ya que uno de los reclamos de los tabasqueños era combatir la inseguridad.
Reveló, además, que fue un compromiso con la ciudadanía no permitir que la Secretaría de Seguridad Pública quedara en las mismas manos, en alusión a la hermandad, una cofradía criminal encabezada por el jefe policiaco del gobierno de Manuel Andrade Díaz, Juan Cano Torre, quien se encuentra preso en un penal de alta seguridad de Jalisco enfrentando cargos por haber sido el autor intelectual del atentado que sufrió en junio de 2007 el general Francisco Fernández Solís.
El militar fue atacado por un comandado armado de Los Zetas, pero se salvó pese a que su camioneta recibió más de 200 disparos. En el atentado perdió la vida su chofer.
“Por supuesto que yo no acepté, porque yo venía de un proceso democrático, donde mayoritariamente el pueblo de Tabasco me había dado la confianza y yo no iba a permitir que la justicia, al menos la Secretaría de Seguridad Pública quedara en manos de los mismos y en ese momento supe a lo que yo me enfrentaba”, dijo el gobernador en su mensaje en la colocación de la primera piedra de la Casa de la Justicia de este municipio.
Dijo que a partir del 1 de enero de 2007 empezó una guerra directa contra el gobierno y contra el pueblo de Tabasco.
Agregó que “esa guerra ya existía, pero que no se enfrentaba ni se afrontaba y que había que tomar una decisión, dejarla pasar o enfrentarla, y por supuesto que yo no la iba a dejar pasar, yo la iba a enfrentar y la estoy enfrentando hasta este momento”, remarcó.
Añadió que dos de los sicarios que atentaron contra el general Fernández Solís estaban en la cárcel de Coatzacoalcos, pero hace un mes fueron liberados por un comando armado que entró y los rescató.
“Eso es el preámbulo de lo que ustedes pueden darse cuenta de que son uno de los problemas a los que se enfrenta Tabasco, pero jamás íbamos a permitir que el crimen organizado siguiera paseándose por Paraíso, Comalcalco, Cárdenas, La Chontalpa, La Sierra, Los Ríos y El Centro, no lo íbamos a permitir”, sentenció.
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