Una granada de fragmentación fue localizada ayer dentro del estacionamiento de la agencia de viajes El Sábalo, lugar donde un grupo de pistolero mantuvo retenidas a tres personas en la tarde del sábado.
El artefacto no tenía el seguro y estaba a orillas de la cerca. Al parecer fue lanzado por los gatilleros, pero este no explotó. La espoleta la encontraron dentro de las oficinas de la agencia después de que el comando logró escapar.
Policías municipales recibieron el reporte a las 15:40 horas. Al inspeccionar el lugar, encontraron el explosivo y solicitaron la intervención de personal militar.
Rápidamente, el lugar fue desalojado y cerraron a la circulación la avenida Reforma. La zona fue acordonada para evitar el ingreso de extraños. A las 16:44 horas, elementos de la Unidad de Material de Guerra arribó al área y planearon la manera de deshacerse de la granada sin lastimar a nadie.
Los militares, protegidos con sus respectivos chalecos y cascos especiales, colocaron un tambo que era utilizado como depósito de basura. Después vaciaron pedazos de madera y rociaron diesel. Por último, recogieron el artefacto y lo echaron al tambo. Crearon una hoguera, cuya temperatura hizo que explotara a las 17:12 horas. Las esquirlas salieron volando por los aires, pero no lesionaron a nadie.
Diez minutos después, se abrió la circulación y la normalidad volvió a una de las zonas más concurridas por las personas.
Van dos casos. Desde 2005, Mazatlán no experimentaba un acto violento donde hubiera toma de rehenes.
A diferencia del hecho ocurrido el sábado por la tarde, donde perdió la vida Sixto Escobedo Páez, agente municipal, en aquella ocasión se logró someter al delincuente (aunque para esto tuvo que privársele de la vida).
El hecho del sábado en los alrededores de La Gran Plaza ha motivado diversas opiniones encontradas, pues mientras los policías municipales, compañeros del ahora occiso, acusan a los encargados del operativo de falta de fuerza y mala estrategia al permitir que los delincuentes huyeran fácilmente, los mandos policiales afirman que se actuó correctamente pues todos los rehenes resultaron ilesos.
Versiones. Municipales adscritos a la zona dorada criticaron que durante la huida de los delincuentes ninguna corporación les siguió el paso de cerca, en busca de aprehenderlos ya sea por tierra o por aire. En el mismo sentido, criticaron que no hubiera francotiradores que pudieran someter a los sicarios. El secretario de Seguridad Pública, Jesús Gilberto Acuña, dijo que en lo que a ellos corresponde se actuó correctamente, y que calificaba el operativo como exitoso pues no hubo ningún rehén herido.
Homenaje. Hoy a las 09:30, funcionarios de la SSPTM tienen programado en la explanada de la corporación un homenaje luctuoso de cuerpo presente al agente Sixto Escobedo Páez. A las 10:00 se hará misa en su honor en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen y posteriormente será llevado al panteón Renacimiento, frente al Cecjude. Le sobreviven su esposa y dos hijos.
El artefacto no tenía el seguro y estaba a orillas de la cerca. Al parecer fue lanzado por los gatilleros, pero este no explotó. La espoleta la encontraron dentro de las oficinas de la agencia después de que el comando logró escapar.
Policías municipales recibieron el reporte a las 15:40 horas. Al inspeccionar el lugar, encontraron el explosivo y solicitaron la intervención de personal militar.
Rápidamente, el lugar fue desalojado y cerraron a la circulación la avenida Reforma. La zona fue acordonada para evitar el ingreso de extraños. A las 16:44 horas, elementos de la Unidad de Material de Guerra arribó al área y planearon la manera de deshacerse de la granada sin lastimar a nadie.
Los militares, protegidos con sus respectivos chalecos y cascos especiales, colocaron un tambo que era utilizado como depósito de basura. Después vaciaron pedazos de madera y rociaron diesel. Por último, recogieron el artefacto y lo echaron al tambo. Crearon una hoguera, cuya temperatura hizo que explotara a las 17:12 horas. Las esquirlas salieron volando por los aires, pero no lesionaron a nadie.
Diez minutos después, se abrió la circulación y la normalidad volvió a una de las zonas más concurridas por las personas.
Van dos casos. Desde 2005, Mazatlán no experimentaba un acto violento donde hubiera toma de rehenes.
A diferencia del hecho ocurrido el sábado por la tarde, donde perdió la vida Sixto Escobedo Páez, agente municipal, en aquella ocasión se logró someter al delincuente (aunque para esto tuvo que privársele de la vida).
El hecho del sábado en los alrededores de La Gran Plaza ha motivado diversas opiniones encontradas, pues mientras los policías municipales, compañeros del ahora occiso, acusan a los encargados del operativo de falta de fuerza y mala estrategia al permitir que los delincuentes huyeran fácilmente, los mandos policiales afirman que se actuó correctamente pues todos los rehenes resultaron ilesos.
Versiones. Municipales adscritos a la zona dorada criticaron que durante la huida de los delincuentes ninguna corporación les siguió el paso de cerca, en busca de aprehenderlos ya sea por tierra o por aire. En el mismo sentido, criticaron que no hubiera francotiradores que pudieran someter a los sicarios. El secretario de Seguridad Pública, Jesús Gilberto Acuña, dijo que en lo que a ellos corresponde se actuó correctamente, y que calificaba el operativo como exitoso pues no hubo ningún rehén herido.
Homenaje. Hoy a las 09:30, funcionarios de la SSPTM tienen programado en la explanada de la corporación un homenaje luctuoso de cuerpo presente al agente Sixto Escobedo Páez. A las 10:00 se hará misa en su honor en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen y posteriormente será llevado al panteón Renacimiento, frente al Cecjude. Le sobreviven su esposa y dos hijos.
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