¿Complot Iraní-Zetas sera pretexto para intervención militar de EU en México?


Aunque el anuncio por parte de autoridades estadounidenses sobre el impedimento a tiempo de un presunto complot iraní para asesinar al embajador de Arabia Saudita en su territorio ha propiciado fuertes dudas sobre su veracidad en analistas especializados -según versión oficial, “facciones del gobierno de Irán” habría intentado contactar al cartel de los Zetas para llevarlo a cabo-, las repercusiones han sido serias, al punto que los tres principales grupos parlamentarios en el Senado de la República han vislumbrado la posibilidad de que esa supuesta “amenaza terrorista” se utilice como pretexto para intervenir militarmente a México; a la vez que representantes de la mayoría republicana en el Congreso estadounidense han pedido al gobierno de México "reevaluar" sus relaciones con Irán "por razones de seguridad internacional"; y, al mismo tiempo, ha propiciado que Washington contemple ajustar la Iniciativa México para garantizar que las autoridades mexicanas “sean más capaces para manejar amenazas de este tipo en el futuro".

El pasado martes el gobierno de Barack Obama anunciaba que había desarticulado un complot iraní para asesinar al embajador de Arabia Saudita en Washington, para lo cual, mencionaba Eric Holder, procurador general de Estados Unidos, los perpetradores creyeron haber contratado a un integrante de un cártel de la droga mexicano – Zetas, según trascendió más tarde-, que resultó ser un informante confidencial de la DEA.

El caso, aseguró Holder, “revela un complot mortal dirigido por facciones del gobierno iraní para asesinar con explosivos a un embajador extranjero en territorio estadounidense”.

Según el expediente presentado ese día ante los tribunales de ese país, los iraníes contrataron a un “socio” perteneciente a un cártel mexicano por el precio negociado de un millón 500 mil dólares para llevar acabo el atentado contra el diplomático saudita.

La reacción por parte del gobierno iraní fue inmediata, ese mismo día: “Es un escenario montado. El gobierno estadounidense y la CIA (Agencia Central de Inteligencia) tienen una larga experiencia en desviar la atención de la opinión pública. Ahora habrá que esperar a conocer los detalles de este escenario montado para descubrir los objetivos del gobierno estadounidense”, dijo Alí Akbar Javanfekr, consejero de prensa del presidente Majmud Ajmadineyad.

Para el miércoles le siguieron las declaraciones de políticos y funcionarios tanto de EU como de México. Por un lado la mayoría republicana en la Cámara de Representantes aprovechó para reiterar su llamado a favor de reforzar la seguridad fronteriza con México y para advertir que los cárteles se han convertido en la más seria amenaza contra la seguridad de Estados Unidos.

"La frontera sigue siendo porosa. México no controla esa área.

Los carteles son quienes controlan la zona. Y el complot frustrado ayer, es una muestra más de que los carteles siguen siendo la principal amenaza contra la seguridad de Estados Unidos", aseguró el republicano por Texas, Ted Poe en el marco de dos audiencias para discutir la amenaza que representa la posible infiltración de organizaciones extremistas como Hezbolá en el hemisferio en general y en México en particular.

Y, por el otro, cuando se le preguntó si México tendría que romper relaciones con Irán tras este incidente, Poe dijo: "Yo no soy quién para decirle a una nación soberana como México lo que tiene que hacer, pero sí le pediría que revisara sus relaciones diplomáticas con Irán tras este incidente en el que le faltaron al respeto al planear desde su territorio un atentado criminal en EU".

En tanto que Ed Royce, presidente del subcomité de Relaciones Exteriores en asuntos de Terrorismo, Comercio y No Proliferación de Armamento consideró que “el gobierno de México tendría que tener discusiones con Irán… No es aceptable que Irán haya planeado (desde México) atacar embajadas o asesinar a un embajador…Irán tiene que Ponerle alto a este tipo de acciones en todo el mundo".

También en Estados Unidos, Rick Perry, actual gobernador de Texas y aspirante a la candidatura republicana para la presidencia, opinó al respecto, y en discurso pronunciado en Indianápolis señaló que esa confabulación demuestra la necesidad de pedir más efectivos en la zona fronteriza, mejorar la valla en la línea divisoria con México y un mejor patrullaje que incluya el uso de aviones no tripulados.

Mientras que en México, de acuerdo a nota publicada por el diario nacional El Universal, los tres principales grupos parlamentarios en el Senado de la República (PRI, PAN y PRD) pidieron al gobierno mexicano estar muy alerta con Estados Unidos porque existe la posibilidad de que utilice como pretexto una amenaza terrorista para intervenir de manera armada en nuestro país o injerir en la toma de decisiones.

En entrevistas por separado, menciona el rotativo capitalino, el vocero de la bancada priísta, Carlos Jiménez Macías; el presidente de la Comisión de Seguridad Pública, el panista Felipe González González, y el secretario de dicha comisión, el perredista Tomás Torres, coincidieron en que hay elementos para pensar en la posible intervención de EU en nuestra soberanía.

Y este jueves, el subsecretario de Estado para el narcotráfico internacional William Brownfield, también en el marco de las audiencias del comité de relaciones exteriores sobre las amenazas emergentes de seguridad en el hemisferio occidental, dio a conocer que Estados Unidos evalúa la Iniciativa Mérida para garantizar que las autoridades mexicanas estén en la mejor capacidad de enfrentar amenazas tales como el presunto complot iraní.

"Estamos evaluando la naturaleza del programa, las organizaciones e instituciones con las que trabajamos, para asegurarnos de que sean más capaces para manejar amenazas de este tipo en el futuro", dijo Brownfield, subrayando que las autoridades estadounidenses lograron desmantelar el complot, que involucraba a un presunto sicario de un cartel mexicano, "gracias a la cooperación con México, que es producto de cuatro años de cooperación sin precedente".

Por su parte, la republicana por el estado de Florida y presidenta del comité Ileana Ros-Lehtinen, justificó la celebración de audiencia por la "necesidad de evaluar la estrategia estadounidense actual" y planteó designar como organizaciones terroristas extranjeras a los carteles mexicanos del narcotráfico.

Cabe mencionar que desde que el gobierno norteamericano develó la trama del presunto complot frustrado, analistas de ambos países han mostrado su incredulidad, pues aseguran que nada de los expuesto tiene sentido en el contexto de los intereses Iraníes.

“El confiado anuncio de este extraño complot por el procurador general estadunidense, Eric Holder, tiene alarmante similitud con la tristemente célebre aseveración del ex secretario de Estado Colin Powell ante Naciones Unidas, en 2003, de que Estados Unidos poseía pruebas irrefutables de que Saddam Hussein desarrollaba armas de destrucción masiva”, menciona Patrick Cockburn, en un artículo publicado en el The Independent y La Jornada.

“La afirmación de que Irán empleó a un vendedor de autos usados, convicto por un fraude con cheques, para que contratara a capos mexicanos con el fin de asesinar al embajador saudita en Washington va en contra de todo lo que se sabe del servicio iraní de inteligencia, altamente sofisticado.

“Nada de esto tiene sentido. La Guardia Revolucionaria Iraní es famosa por asegurarse de que nunca se pueda rastrear hasta Irán la responsabilidad por sus actos. Por lo regular opera a través de testaferros. Y sin embargo, de pronto envía 100 mil dólares desde una cuenta propia conocida para contratar asesinos en México…”
En el editorial de El universal se aconseja prudencia. “Es prudente no ‘comprar’ un pleito ajeno y escalar un asunto criminal a problema diplomático”, se menciona en relación a la declaración de los senadores que pidieron al gobierno mexicano estar alerta sobre la posibilidad de que Estados Unidos utilice como pretexto una amenaza terrorista para intervenir militarmente.

Pero menciona: “A estas alturas de la vinculación entre naciones norteamericanas, de los discursos de amistad entre México y Estados Unidos, parecería imposible pensar en una intervención que ponga en riesgo los lazos cultivados de buena vecindad. Sin embargo, la propia historia ha demostrado que cuando se trata de los intereses internos de la mayor potencia mundial, el resto de las consideraciones resultan menores”.

“Paquistán podría ser un ejemplo de lo anterior. Pese a ser un gobierno ‘aliado’ en el discurso de Estados Unidos, no tuvo empacho Washington en realizar una operación militar en territorio paquistaní que terminó con la vida Osama Bin-Laden…Las declaraciones del candidato republicano a la Casa Blanca Rick Perry, en el sentido de ofrecer la presencia de soldados estadounidenses en suelo mexicano demuestra que la idea está en el pensamiento de más de un político de aquel país”.

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