Santa Muerte: 8 misterios tras su culto


“Niña Blanca”, “Flaquita o “Señora” son algunos de los nombres con los que se ha designado a la figura de la “Santa Muerte” que cuenta con más de 300 sitios de culto en el Distrito Federal.

Existen distintos misterios, creencias y personajes polémicos alrededor de esta figura; Jorge Luis Zarazúa, sacerdote capitalino y miembro de los Apóstoles de la Palabra, explica algunos de ellos.

8 misterios sobre la Santa Muerte.

1. Un origen incierto. Hay quienes aseguran que su devoción proviene del culto a Mictlantecuhtli que, en la mitología azteca, es el dios de la muerte y al cual se le representaba con una calavera. Otros aseguran que es de herencia africana o que se le apareció a un chaman en Oaxaca.

2. La “Santísima” ¿en el Vaticano? Figuras muy similares a la “Santa Muerte” aseguran se encuentran sobre las tumbas de papas y cardenales en la Basílica de San Pedro. Para representar la enseñanza de que “algún día todos vamos a morir”, artistas del Renacimiento diseñaron la imagen.

3. A través de sueños, la “Flaquita” anuncia donde quiere su altar. De acuerdo con las creencias de sus fieles, ella se encarga de avisar a los creyentes, a través de un sueño o de un suceso extraño, si le agrada o no el lugar escogido. Debe ser complacida si quiere ser cambiada de lugar.

4. Alejar amantes y malos amigos, lo que más le piden. Dentro de los rituales que más practican los devotos están los necesarios para que no “entren” chismes, alejar amantes, socorrer a los que están presos, alejar a las amistades o contra la magia negra.

5. ¿Cuándo festejarla? Hay quien lo hace el 2 de noviembre y en el aniversario de su llegada a cada casa. Otros señalan que los días de culto son los días primero de cada mes y el 7 de septiembre.

6. Aguardiente y puros ¿como ofrenda? A la figura se le ofrecen vasos con agua, veladoras, pan, cigarros, puros, cervezas y hasta botellas de aguardiente.

7. Tepito, uno de sus altares más arraigados. Amas de casa, chóferes de taxi, tribus urbanas y hasta niños son sus más fieles creyentes en el altar ubicado en Alfarería número 12, en el corazón del Barrio Bravo.

8. El Obispo de la Santa Muerte. Se trata de David Romo Guillén, quien incluyó en su iglesia la adoración a la Santa Muerte, debido al número de devotos que ya se registraba en la capital. Incluso creó el Ángel de la Santa Muerte, figura inspirada en el rostro e imagen de su esposa.

Sin embargo, en enero de 2011, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) lo detuvo por ser presunto partícipe en un grupo de secuestradores encabezados por Ismael Ramírez, “El Aztlán”.

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