El Chapo, historia de un emporio internacional
El escrito británico, Malcolm Beith, se encuentra haciendo promoción de su último libro titulado El último narco, donde narra el sinuoso camino recorrido por Joaquín El Chapo Guzmán.
En el texto narra cómo Guzmán Loera pasó de ser un humilde campesino de Sinaloa, a convertirse en uno de los capos de la droga más poderosos en México y el mundo.
La obra de Beith está respaldada por una investigación de varios años, buscando las pistas y los orígenes de El Chapo, misma que lo condujo hasta el poblado de La Tuna (municipio de Bardiraguato, Sinaloa), donde ahora se sabe, es el lugar de nacimiento de este legendario narcotraficante.
El libro relata cómo fueron los primeros años de Joaquín, hijo de humildes campesinos, obligado a trabajar días enteros bajo el sol del norte de México, golpeado por su padre, pero con el deseo de salir de ese drama que lo rodeó durante su infancia para convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo, según una lista publicadas por la prestigiosa revista Forbes.
El ex editor de Newsweek, asegura que El Chapo fue el primer narcotraficante mexicano -y probablemente a nivel mundial- que estableció nexos con bandas delincuenciales a nivel internacional.
Para sostener tal afirmación, el autor aporta pruebas muy sólidas de que el Cártel del Pacífico mantiene estrecha comunicación y nexos de colaboración con la mafia italiana, así como con organizaciones en África, China, Tailandia, Vietman y probablemente con la famosa Yakuza japonesa.
De igual forma se evidencia cómo es que su organización delictiva echó raíces en varios países europeos, efectuando fuertes inversiones en empresas trasnacionales y locales a través de las cuales se realiza el lavado de dinero y se estableció una sólida base patrimonial del cártel.
En otro apartado no menos interesante, se describe a detalle la manera en que fue capturado en 1993 en territorio guatemalteco, pero aún más interesante es la manera en que, en 2001, se fugó del penal de Puente Grande, en Jalisco, una de las prisiones más custodiadas y de más alta seguridad que hay en México, para regresar al comandar las actividades de su organización.
Debido a su extraordinaria historia, Joaquín Guzmán Loera se ha convertido en uno de los hombres más buscados por el FBI.
No obstante su peligrosidad y el poder que ostenta, Beith descarta la posibilidad de que Estados Unidos lance una campaña de cacería como la que concluyó en el asesinato de Bin Laden pues, afirma, no es una prioridad del gobierno norteamericano desatar una guerra contra el narco tal y como lo ha hecho Felipe Calderón.
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