La inseguridad carretera hizo víctima al obispo de Piedras Negras, Alonso Garza Treviño, luego de que fuera levantado y amagado por un comando cuando viajaba por la carretera Ribereña con destino a Piedras Negras.
El obispo declaró que él mismo ya ha sido víctima de la inseguridad que se vive en las vialidades del estado, pero afortunadamente su vida fue respetada, gracias a que fue reconocido por los “Zetas”.
“Doy gracias a Dios por haber tenido esta amarga experiencia de ser amagado en una carretera de la región, porque de esta manera conozco los sucesos que vive mi pueblo y mi diócesis”, resaltó.
Alonso Gerardo recalcó que las vías de comunicación son indispensables para la población, por lo que advirtió que estas medidas tomadas por el Ejército Mexicano seguramente generarán serios problemas.
Dijo que es un hecho lamentable y absurdo la prohibición del Ejército Mexicano para los conductores que viajan de noche por la carretera Ribereña y otras que convergen a Nuevo Laredo o a Monterrey.
En entrevista, el obispo de la Diócesis de Piedras Negras señaló que estas medidas extremas además de limitar las libertades de la población, denotan la incompetencia de las fuerzas castrenses para combatir la desbordada ola de inseguridad y de violencia que se vive principalmente en los estados del norte de la República.
“Me parece que esto es absurdo porque los que deberían estar encerrados están sueltos y los que deberíamos estar libres, ahora estamos encerrados por temor a ser víctimas de la inseguridad. Es lamentable que el Ejército nos prohíba que circulemos de noche, porque nos están diciendo que ellos no pueden con el problema de la inseguridad”, afirmó monseñor Garza Treviño.
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