Narcotráfico en México

Elementos de la Dirección General de Seguridad Pública del Estado detuvieron a dos presuntos integrantes de un grupo del crimen organizado y vinculados a diversos hechos delictivos, como los atentados de anoche.

La Secretaría de Seguridad Pública de Jalisco agregó que se les detuvo con dos armas de fuego y una granada de fragmentación, además de un celular con imágenes de un entrenamiento táctico de una célula criminal.

Indicó que los ahora detenidos fueron identificados como Julio César Cervantes Hernández , quien también se hace llamar Javier Pérez Hernández, de 28 años de edad y con domicilio en Ecatepec, Estado de México; y Bernardo Arroyo Moreno, de 30 años y vecino de Periván, Michoacán.

Señaló que elementos de la Policía Estatal realizaban ayer un recorrido de vigilancia por el cruce de avenida Vallarta y Juan Palomar, cuando observaron al par de individuos que se desplazaban en un vehículo blanco, modelo 2008, placas JGX8806, en el que pretendieron escapar ante la presencia de los uniformados.

Ambos fueron interceptados metros más adelante y al descender del vehículo se les observó armas de fuego que portaban: una calibre 45 con su respectivo cargador y un arma corta calibre .38 súper. Manifestó que en una bolsa “cangurera”, que portaba Cervantes Hernández, los policías le encontraron una granada de fragmentación. Detalló que al momento de su detención Julio César Cervantes pidió a los policías que lo liberaran a cambio de una prebenda, y textualmente les dijo: “jefe écheme la mano y jalo, tuve broncas en el Estado de México por secuestro”.

Dijeron que iban hacia un domicilio que se encuentra cerca del cruce en mención, a donde acudieron los elementos policiales y observaron una camioneta color blanco, con placas JDY1393 y un auto gris, con matrícula 151XBH del Estado de México.

Además en el vehículo se localizó un compartimento electrónico, conocido entre los delincuentes como “clavo”, que utilizan para esconder armas o droga.

Personal policial investiga los sitios en donde dichos individuos tienen establecidas casas de seguridad, una de las cuales fue encontrada en el municipio de Tizapán el Alto, Jalisco.