Un elemento de la Policía Federal Preventiva (PFP), fue asesinado de por lo menos 6 balazos en diferentes partes de su cuerpo por un grupo de delincuentes que lo sorprendieron cuando se encontraba estacionado en su camioneta frente a la casa de sus suegros.
Cometido el asesinato, los presuntos homicidas que, según la Policía Judicial, actuaron en una clara venganza de delincuentes, se dieron a la fuga para perderse entre las oscuras calles del lugar, sin que ningún familiar o vecino del ahora occiso se haya percatado de su presencia.
Los hechos que costaron la vida del Policía Federal, Gabriel Lugo Soria, de 46 años de edad, quien tenía su adscripción en el Estado de Puebla, se registraron al filo de la una de la mañana de hoy, frente al domicilio de sus suegros, ubicado en el número 137 de la calle de Clavelero, en la Colonia Benito Juárez, municipio de Neza.
Autoridades policiacas informaron que de acuerdo a las primeras investigaciones que se realizaron, momentos antes de que se registraran los mortales hechos, el policía federal llegó a la casa de su suegros en compañía de uno de sus hijos, a bordo de una camioneta Ram Charger champagne, placas de circulación LSH-26-52, supuestamente para recoger algunas prendas de vestir.
Mientras que el hijo del federal entró a la casa de sus suegros, dijeron, éste se quedó afuera, estacionado en la camioneta y cuando esperaba tranquilamente a que su vástago saliera para retirarse y dirigirse a su domicilio, ubicado en la misma colonia, varios sujetos desconocidos, lo sorprendieron y sin mediar palabras lo asesinaron a balazos.
Minutos más tarde, cuando el hijo del agente federal salió, aterrorizado descubrió que su padre estaba recostado sobre el asiento del copiloto y que había sido asesinado a balazos.
Al ser cuestionados por agentes de la Policía Judicial, el hijo y familiares del ahora occiso afirmaron que no pudieron percatarse de los rasgos físicos ni la media filiación de los presuntos asesinos, pues aseguraron que nunca escucharon en la calle ruidos extraños ni detonaciones de armas de fuego y que no fue hasta que salieron como se percataron que el agente federal había sido ascribillado, pero para ese momento los asesinos ya habían escapado.
Dijeron que aunque desconocían los motivos por los que el elemento de la PFP fue muerto, creen que sus verdugos le quitaron la vida por alguna situación relacionada con su trabajo, nunca por alguna venganza del crimen organizado, ya que, según ellos, Gabriel era un policía ejemplar que cumplía cabalmente con sus funciones y que no adaba metido en malos pasos y mucho menos tenía nexos con mafiosos.
A pesar de estas versiones, la Policía Judicial tiene la sospecha de que el elemento de la PFP sí andaba en malos pasos y que al parecer tenía nexos con algún grupo delictivo, cuyos integrantes lo ajusticiaron en una venganza, esto por la forma en que se dieron los hechos y porque de los 6 balazos que presentaba, tres los tenía en la cabeza lo que habla de una clara ejecución.
Mientras que estos hechos, el agente del ministerio público dio inicio al acta correspondiente por el delito de homicidio, elementos de la PJ, adscritos a la Fiscalía de Homicidios de la PGJEM ya iniciaron con sus investigaciones, en un intento por aclarar el crimen y lograr la identificación y captura de los responsables.
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