Con más de 300 arrestos, EEUU le declara la guerra a la Familia Michoacana


Las autoridades federales anunciaron hoy el arresto de 303 personas vinculadas con el cartel de la droga La Familia Michoacana en 19 estados, con lo que EEUU declara la guerra, en su propio suelo, a un grupo que cree acometer "justicia divina".

El arresto masivo entre el miércoles y hoy es fruto del "Proyecto Coronado", una investigación de 44 meses contra uno de los carteles de droga más violentos en la historia reciente de México y en la que participaron más de 3.000 agentes.

Durante una rueda de prensa, el secretario de Justicia y fiscal general de EEUU, Eric Holder, prometió que Estados Unidos eliminará de raíz a esta "culebra", a la que se le atribuye buena parte de la narcoviolencia en México.

"En la medida que vuelvan a crecer, tenemos que trabajar con nuestras contrapartes mexicanas para cortar las cabezas de estas culebras, ir por los cabecillas de estos carteles, acusarlos, enjuiciarlos y, si están en México, extraditarlos a EEUU", dijo Holder.

La acción sin precedente "ha asestado un golpe significativo a la cadena de suministro de drogas ilícitas, armas y dinero en efectivo de la Familia que fluyen entre México y EEUU", añadió.

Las autoridades confían en que podrán también seguir la pista a los "peces gordos" de La Familia, un cartel fuertemente armado que recurre principalmente a las decapitaciones para eliminar a rivales.

La noticia supone otra firme señal del espaldarazo de Washington a la lucha antinarcóticos del presidente Felipe Calderón, que ha enfrentado al Ejército contra los carteles desde 2006.

El anuncio de hoy "demuestra una vez más que el crimen trasnacional opera en ambos lados de nuestra frontera común y destaca la importancia de la responsabilidad compartida en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado", dijo a Efe el embajador de México ante la Casa Blanca, Arturo Sarukhan.

"También subraya el compromiso de la Administración Obama de continuar trabajando con México para fortalecer la seguridad fronteriza e interrumpir a las organizaciones criminales", agregó.

Además de los arrestos, las autoridades confiscaron 62 kilos de cocaína, 729 libras de metanfetaminas, 967 libras de marihuana, 144 armas, 109 vehículos, y dos laboratorios clandestinos.

Según las autoridades, miembros de La Familia en EE.UU. han adquirido armas de potencia militar, incluyendo armas de asalto y municiones, y han elaborado esquemas para su contrabando hacia sus miembros en México.

Los arrestos y presentación de cargos se produjeron en estados como California, Texas, y Georgia, con fuerte presencia de mexicanos -Michoacán es uno de los principales estados emisores de inmigrantes indocumentados a EEUU- y donde el cartel ha establecido bases.

También hubo arrestos en Colorado, Massachusetts, Minesota, Misisipi, Misuri, Oklahoma, Nueva York, Carolina del Norte y del Sur, Tennessee, Texas, Nevada y Washington.

Los cargos incluyen conspiración para distribuir metanfetaminas, cocaína y marihuana; distribución de esas drogas; conspiración para importar drogas; lavado de dinero, y otras violaciones de las leyes federales.

Michoacán, en el suroeste de México, se conocía más por su producción de mangos y cultivos de marihuana hasta el debut de La Familia, que dice tener una visión "mesiánica" en defensa de los pobres y suele dejar en sus ajusticiados las iniciales "FM".

"No ven sus actos como crímenes horripilantes, porque creen que tienen la misión de impartir justicia divina. Reclutan a jóvenes en barrios marginales y se presentan como sus mentores", dijo a Efe George Grayson, profesor de la Universidad William & Mary y experto en temas de narcotráfico en México.

"Matan a sus víctimas, les cortan la cabeza, y las colocan en congeladores. Quieren mandar el mensaje de que actúan en nombre de Dios, que son los más duros, así es que cuidado y no te metas con ellos", agregó el autor de "México, narcoviolencia y un Estado fallido?".

La Familia Michoacana ha sido vinculada a centenares de asesinatos, secuestros y tortura de rivales en el control de las lucrativas rutas del narcotráfico.

El viernes pasado, las autoridades mexicanas descubrieron en una carretera poco transitada en Guerrero diez cadáveres decapitados, descuartizados y colocados en bolsas, con un mensaje que rezaba: "La Familia no mata a inocentes. Los que murieron merecían morir".

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