Un juez federal sentenció a Rafael Caro Quintero, El R-1, y Ernesto Rafael Fonseca Carrillo, Don Neto, dos de los líderes históricos del narcotráfico en México, a 40 años de prisión, por el secuestro y asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, y el piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, sucedidos el 7 de febrero de 1985.
Otros de los delitos por los cuales se encontró culpables a ambos capos fueron por diversos de narcotráfico y asociaciones delictuosas que cometieron entre los años de 1976 a 1985, en diversos Estados con fin de traficar marihuana y cocaína.
En el caso de Caro Quintero, además se le encontró culpable de que en 1984 privó ilegalmente de la libertad a más de 4 mil personas para que trabajaran en sus sembradíos de droga, en Chihuahua, específicamente en el rancho El Búfalo.
Adicionalmente se le sentenció también porque a principios de 1985 tráfico por vía aérea la introducción clandestina de armas de fuego al país y el homicidio de los ciudadanos estadounidenses John Clay Walter y Alberto Felipe Radelat, el 30 de enero de 1985, a quienes ordenó inhumar de forma clandestina en el bosque La Primavera, de Guadalajara, Jalisco.
Por lo que hace a Ernesto Rafael Fonseca Carrillo, Don Neto, se le encontró culpable de portación de armas de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, así como de la introducción clandestina al país de las mismas y el acopio que realiza de tales artefactos en su domicilio en Guadalajara, Jalisco.
El Juez Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales, Adalberto Maldonado, indicó que si se hubieran sumado las penas que correspondían por cada delito a Caro Quintero y de Fonseca Carrillo hubieran alcanzado sentencias de 199 años de prisión y 150 años de cárcel, respectivamente. Sin embargo, como en 1985 no se contemplaba en la ley la acumulación de penas de prisión, al final sólo deberán pasar 40 años cada quien en la cárcel.
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