Detallan ‘sociedad’ de banda y sicarios


Apatzingán es un reducto de operación de Los Zetas, que ahí se alió a una de las cuatro facciones en las que dividió La Familia, y que de acuerdo con un informe de inteligencia oficial cuenta con una red de protección municipal y policial.

La facción de La Familia ligada a Los Zetas, con sede en Apatzingán, es la del grupo que la Procuraduría General de la República (PGR) considera como “históricos”, que vienen del núcleo original que se desprendió del cártel del Golfo.

Los otros tres grupos confrontados a los anteriores son los “extorsionadores”, “los cobradores de deudas” y los “piratas de películas”.

Documentos oficiales refieren que este municipio es uno de los mayores productores de mariguana de la entidad y tendría entre sus cabecillas locales a José Luis Méndez Vargas, El Pepillo; Alberto Espinoza Loya, El Tico; Sergio Orozco Barajas; Ramón Moreno y Uriel Pacheco.

El 13 de julio de 2006 amaneció sin policías; la PGR detuvo a 19 de sus agentes que, según se comprobó, estaban al servicio de Los Zetas, a los que protegían.

Uno de los primeros saldos de la Operación Conjunta Michoacán fue la detención, en diciembre de 2006, de Alfonso Barajas Figueroa, El Poncho Feo, presentado como líder de Los Zetas en la región de Tierra Caliente, quien al ser capturado comía con su familia y un sicario en un restaurante del centro de Apatzingán.

La presencia de Zetas en el municipio está documentada cuando menos desde julio de 2004, cuando éstos concretaron una fuga de reos de la cárcel municipal para rescatar a cinco de sus compañeros y que dio pie a que otra veintena de reos comunes también se evadiera.

La PGR puso en la mira de ese hecho a Carlos Rosales, El Carlitos, y a Daniel Pérez Rojas, El Cachetes, quien fuera detenido este año en Guatemala.

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