Un joven de 26 años de edad que fue identificado como líder y encargado de uno de los más grandes y extensos templos en el Estado de México donde se venera y rinde culto a la Santa Muerte, fue brutalmente asesinado esta madrugada de por lo menos 100 balazos en diferentes partes de su cuerpo por un comando de por lo menos 8 sujetos que viajaban en tres camionetas y que lo emboscaron y corretearon por varias calles de este municipio cuando circulaba en su lujosa camioneta. Dos personas que acompañaban al ahora occiso milagrosamente salvaron la vida, aunque una de ellas resultó gravemente lesionada y se debate entre la vida y la muerte en un hospital del Distrito Federal.
Cometido el asesinato, el grupo de sicarios que llevaban armas de alto poder como "cuernos de chivo" y R-15 y que sembraron el terror entre los vecinos del lugar, imprimieron velocidad a sus respectivas unidades para darse a la fuga a toda velocidad y perderse entre las oscuras calles del lugar, sin que hasta el momento se conozca su identidad y posible paradero.
Los hechos que costaron la vida de quien fue identificado como Jonathan Legaria Vargas, "El Padrino" o "El Pantera", señalado como el principal líder o responsable de un templo, ubicado sobre la Avenida José López Portillo, en el municipio de Tultitlán, donde cada fin de semana se reúnen cientos de familias para venerar y rendirle culto a la Santa Muerte, se registraron al filo de las tres de la mañana de hoy sobre la misma Avenida López Portillo, a la altura de la Colonia Francisco Villa, frente a las instalaciones de la Universidad del Valle de México, en el municipio de Ecatepec.
Autoridades policiacas informaron que de acuerdo a las primeras investigaciones que se realizaron, por el lugar circulaba con toda normalidad el ahora occiso en compañía de otras dos personas, a bordo de una camioneta Lincoln, tipo Escalade, arena, placas de circulación LZB-33-60, cuando fue interceptado por varios sujetos que viajaban en tres camionetas blindadas, los cuales de manera sorpresiva sacaron de entre las ventanillas metralletas de las llamadas "cuerno de chivo" y R-15 para dispararle en varias ocasiones.
Al percatarse de dicha acción, El Padrino, como era conocido por sus compañeros de secta, en un instinto de sobrevivencia imprimió velocidad a su lujosa camioneta para darse a la fuga; sin embargo, no logró su objetivo, pues sus verdugos que nunca dejaron de dispararle salieron tras de él y lo corretearon por varias calles hasta que finalmente como resultado de la gran cantidad de balazos que recibió en varias partes de su cuerpo quedó muerto al llegar a la Avenida López Portillo.
Vecinos de la zona que vivieron verdaderos momentos de terror, al despertar sobresaltados por la intensa balacera y percatarse que un hombre era atacado por varios sujetos que viajaban en camionetas de inmediato pidieron el auxilio y la intervención de la policía.
En cuanto elementos de dichas corporaciones policiacas llegaron al escenario del crimen descubrieron que dentro de una lujosa camioneta se encontraba el cuerpo sin vida de un joven que presentaba por lo menos 100 balazos en diferentes partes de su cuerpo y que en el interior de la misma unidad estaban otras dos personas que milagrosamente sobrevivieron al ataque, una de ellas increíblemente ilesa y la otra grave, por lo que fue trasladada para su atención médica a un hospital del DF.
La PGJEM informó que por la forma en que se dieron los hechos y la manera en que actuaron los presuntos homicidas, toda hace suponer que el líder del grupo de adoradores de la Santa Muerte fue asesinado en una clara venganza por integrantes de alguna organización criminal dedicada a la venta y distribución de drogas.
La dependencia, explicó que las dos personas que sobrevivieron al ataque son estrechamente vigiladas y custodiadas y que ya son minuciosamente interrogadas, a fin de obtener información importante que permita ahondar más en las investigaciones y establecer la posible identidad del grupo de sicarios que ajustició a El Padrino y saber las posibles causas por las que lo hicieron.
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