Personal del Ministerio Público de la Federación que investiga el homicidio de los dos agentes federales de Caminos asesinados la madrugada del martes, negó que los sicarios esperaran a los uniformados en el sitio para acribillarlos.
Agentes investigadores señalaron que con base en pruebas preliminares, testimoniales y peritajes no existen indicios que pudiesen demostrar que los delincuentes atrajeran a los federales de forma premeditada.
En el mismo sentido, se dijo que la indagación señala que el día de los hechos, los elementos de la Policía Federal Preventiva División Caminos Javier Octavio Quintana Padilla, de 33 años, y Rodolfo Tirado Osuna arribaron al kilómetro 4 de la carretera libre 15 México-Nogales, donde se ubica el restaurante La Lomita, con el objetivo de atender una llamada de auxilio que reportaba la presencia de gente armada.
Al percatarse de la presencia policiaca, entre seis y ocho armados dispararon desde varios ángulos sobre los dos agentes, que bajaban de la patrulla 11471.
Los federales repelieron la agresión con armas de cargo, pero fueron superados por rifles AK-47 (cuernos de chivo) que portaban los delincuentes.
Baleados. Fuentes de las dependencias federales indican que Édgar Arturo Tirado Ortega, de 48 años, quien ingresó al IMSS herida por bala y quien se presume que sea empleado del restaurante donde ocurrieron los hechos, así como Heriberto Antonio Cervantes Estrada, ingresado después al mismo hospital, también baleado, permanecen en custodia policiaca, hasta determinar o deslindar su participación en el homicidio de los dos agentes federales.
Respecto a las unidades (Pilot Honda y Land Rover), se presume que sí participaron en el hecho.
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