Un total de 127 agentes aduanales de Estados Unidos fueron arrestados por actos de corrupción que incluyen tráfico de drogas, contrabando de personas, lavado de dinero y conspiración criminal en los últimos años,
El director de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) Alan Bersin señaló que el desmantelamiento de los cárteles mexicanos y el aumento de contratación de agentes "amplificaron los incentivos y oportunidades de corrupción de agentes aduanales".
"El ritmo acelerado con el que hemos operado de 2006 a 2008 y los errores de los que hemos aprendido expusieron vulnerabilidades críticas organizativas e individuales dentro de CBP", reconoció ante el Comité de Seguridad Nacional del Senado.
Del total de los 127 arrestos de agentes corruptos desde 2004, 95 casos comprometieron misiones de CBP y afectaron potencialmente operativos.
Un agente de CBP fue arrestado por tráfico de mariguana y uso de comunicaciones oficiales para facilitar cuatro operaciones de drogas.
En otros casos, agentes entraron a los bancos de datos del gobierno para uso personal.
Detecta EU espionaje del narco en México
Las organizaciones criminales de México han establecido redes propias de comunicación de alta tecnología, con sistemas de codificación hasta de grado militar, para informarse de los movimientos de las policías estadunidenses en la frontera, según establece un reporte del grupo Homeland Security Today.
Ese grupo —que se define como “la principal fuente de noticias y análisis independientes sobre asuntos de seguridad en Estados Unidos— indicó que funcionarios de inteligencia de su país están preocupados por el uso de equipos de comunicaciones por vigías destacados por las bandas delictivas para guiar contrabandistas.
Homeland Security Today consigna que en opinión de un informante “estas capacidades de comunicación no deben tomarse a la ligera”.
De acuerdo con una nota del periódico Excélsior, se afirma que la Patrulla Fronteriza, la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Agencia Antinarcóticos (DEA) y otras autoridades que operan en ambos lados de la frontera se han preocupado cada vez más por esos sistemas encubiertos de comunicaciones y sus capacidades.
Precisa que hace tiempo que esos vigías se han apostado incluso del lado estadunidense de la frontera, en sitios elevados o aislados, en los principales corredores de contrabando de drogas y de personas, desde donde pueden vigilar las actividades de la Patrulla Fronteriza y cómo son aplicadas leyes federales, estatales y locales.
De acuerdo con autoridades federales estadunidenses, varios de esos observadores han podido ser aislados y atrapados en operativos conjuntos policiales por tierra y aire, y que después de examinar su equipo de comunicaciones se encontró que éste es incluso de origen militar.
“A medida que el gobierno mexicano se ha vuelto más eficaz en sus capturas, los cárteles de Los Zetas y del Golfo se han vuelto más astutos. Hace un mes vi la referencia a la extensión de la red de radiozeta en América Central. Aunque nada ha salido públicamente, parece bastante seguro que la red se ha extendido también hacia el norte en Estados Unidos”, dijo un ex alto funcionario de la Patrulla Fronteriza.
El ex funcionario mencionó que “donde yo vivo en la zona fronteriza entre California y Oregon estoy rodeado de bosques nacionales y he oído el tráfico de radio entre ellos (los grupos delictivos), y he escuchado las comunicaciones que indican que uno de ellos está al sur de la frontera con Estados Unidos, hablando con los trabajadores aquí”.
Según funcionarios familiarizados con el asunto, ante la clara amenaza a la seguridad estadunidense que representan los sofisticados sistemas de comunicación, las agencias de inteligencia se han involucrado en la asistencia a las fuerzas de seguridad fronteriza para identificar en dónde son ubicados esos equipos.
El Ejército mexicano logró el año pasado desmantelar cerca de 170 antenas y repetidoras de trasmisiones, 166 fuentes de alimentación, una amplia variedad de equipos informáticos y cerca de mil 500 radios sofisticados en Veracruz, Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y Tamaulipas.
Cuando la Marina decomisó a Los Zetas equipo de comunicación en Veracruz, la agencia AP describió así cómo lo usaban.
Cuando las caravanas de soldados o policías federales avanzan a través de los matorrales del norte de México, Los Zetas saben que vienen.
Taxistas o vendedores callejeros emiten el alerta, equipados con un radio portátil de alta tecnología y pagados para trabajar como un centinela conocido como “halcón”.
La señal de radio viaja a lo profundo de la campiña, a horas a pie del camino más cercano.
Allí, ramas verde oscuro ocultan una torre de radio pintada del mismo color.
Un cable oculto bajo la tierra transmite energía desde un panel solar y un amplificador de la señal reenvía el mensaje a través de una red de poderosas antenas y otros repetidores que se extienden cientos de kilómetros a través de México, un sistema oculto de telecomunicaciones que le permite al cártel coordinar la entrega de drogas, efectuar secuestros, extorsión y otros delitos con la inmediatez y la precisión de una moderna agencia militar o policial.
El Ejército y la Marina mexicanos han comenzado a combatir el sistema, incautando cientos de piezas de equipos de comunicaciones que ofrecen una visión de una infraestructura sofisticada y de gran alcance.
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