El puerto de Acapulco, uno de los centros turísticos más conocidos de México del sur del país, fue escenario en las últimas horas de una jornada de violencia que dejó al menos ocho asesinados y algunos vehículos incendiados, informaron el viernes autoridades estatales.
La violencia también afectó el norte del país, donde ocho presuntos sicarios murieron en dos distintos enfrentamientos con militares mexicanos en las afueras de Monterrey, capital del estado norteño de Nuevo León.
En Acapulco, en el estado de Guerrero y a unos 400 kilómetros al suroeste de la ciudad de México, la policía localizó en distintos lugares del puerto los cuerpos de ocho hombres asesinados a tiros, incluidos cuatro adolescentes de 17 años.
La Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero señaló en un parte policial que la madrugada del viernes se recibieron reportes de disparos en una avenida del puerto, lo que llevó a las autoridades a implementar una operación que permitió ubicar a los hombres asesinados.
Poco antes, la policía localizó en distintos puntos de Acapulco nueve vehículos abandonados, cinco de los cuales habían sido incendiados. No se informó si todos los hechos estaban relacionados entre sí. Ninguna persona había sido detenida.
Acapulco ha padecido una creciente violencia tras una ruptura en el cartel de los hermanos Beltrán Leyva, que ha sido señalado como uno de los grupos que busca controlar el tráfico de drogas en la zona y que hace más de un año sufrió la muerte de su líder Arturo Beltrán.
Mientras, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) informó en un comunicado que también se registraron enfrentamientos el viernes en las municipalidades de Guadalupe y Juárez en el estado norteño de Nuevo León, en los que fallecieron ocho presuntos sicarios y se decomisó un total de cuatro vehículos, 12 armas largas, una escopeta lanza granadas y diversos cartuchos.
Guadalupe y Juárez son municipalidades vecinas a Monterrey, localizada a unos 900 kilómetros al norte de la ciudad de México.
Monterrey y su área metropolitana ha padecido en los últimos meses una creciente violencia del narcotráfico, luego del rompimiento de la alianza que mantuvieron por cerca de una década el cartel del Golfo y Los Zetas.
Los enfrentamientos entre grupos rivales y ataques contra las autoridades se han vuelto más frecuentes en la zona.
La violencia del crimen organizado ha dejado más de 36.400 asesinados en todo el país desde diciembre del 2006, cuando el gobierno del presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas
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