El Ejército Popular Revolucionario (EPR) ha condenado las acciones “político-militares” sin demandas políticas concretas, a las que ha equiparado con las llevadas cabo por el “crimen organizado”, reconociendo a la vez haber padecido en el pasado de la misma dolencia, lo que habría provocado, en parte, la salida de algunos de sus militantes, según se asienta un comunicado emitido este miércoles.
“La acción que se dice político-militar pero que no tiene demandas concretas políticas no es una acción revolucionaria que construye sino una acción de una confederación en donde hay una repartición del capital recuperado, ¿Habrá una diferencia entre el crimen organizado y esta otra acción?”, menciona el texto, en el que reconoce además que lo a lo largo de sus casi 47 años de existencia se habrían dado situaciones similares que asegura haber superado.
En ese sentido, el escrito añade que “…Ha habido errores tales como arribar a una relación clientelar debido a que habiendo obtenido medios económicos para crear un fondo de guerra, el dinero se empezó a repartir sin ton ni son, lo que ocasionó que algunos militantes se perdieran caricaturescamente en la comodidad pequeño burguesa, por imitación y falta de formación o consolidación ideológica”.
Dicha agrupación, además, ha aceptado que el factor económico y la “horizontalidad” con la que se rigió en el pasado, ocasionaron la falta de “supervisión del trabajo que supuestamente desarrollaban” parte de sus miembros, y que eventualmente causaron deserción de algunos de ellos.
A manera de recuento anual, el EPR señala que el año que termina es de “cuentas desastrosas, en donde el sistema dominante no cuenta ni un segundo de descanso para: asesinar, robar, encarcelar, desaparecer… corromper, explotar…”.
Asimismo, denuncia “el cinismo, la corrupción y la impunidad con que se conducen los gobiernos local y federal”, y condena “el artero asesinato de la activista Marisela Escobedo en Chihuahua, [y] el injustificable ‘accidente’ en los ductos de petróleos de San Martín Texmelucan… donde no habrá responsables que juzgar ni delito que perseguir”, apunta el escrito de los insurrectos mexicanos.
Y casi al final, los eperristas aprovechan para enviar “a nuestro querido pueblo de México un sincero y fraterno saludo revolucionario con motivo del recibimiento de un nuevo año”.
Cabe mencionar que el EPR se deslindó en tres ocasiones del secuestro de Diego Fernández de Cevallos: tres días después de su consumación, el 17 de mayo, luego el 14 de junio y por ultimo el 14 de diciembre.
Aunque no hace mención directa, este nuevo posicionamiento de reconocimiento, condena y crítica de los rebeldes, estaría directamente relacionado con la reciente liberación del político panista y la publicación del documento “Boletín–Epílogo” atribuido a los presuntos secuestradores, conocidos primero como los “misteriosos desaparecedores” y como Red para la Transformación Global (RTG) después, de acuerdo a analistas nacionales.
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