De cronista regional a historiador de la narcoviolencia en Tamaulipas


Ante la falta de información oficial y el silencio de las autoridades acerca de la violencia en la frontera de Tamaulipas, un hombre de 67 años registra por su propia cuenta los acontecimientos.

Pide que lo llamen Santiago V. y es oriundo de Miguel Alemán, municipio de la frontera chica, ubicada entre las ciudades de Nuevo Laredo y Reynosa, a unos pasos de Texas, al sur de Estados Unidos. Esta zona es ahora escenario de enfrentamientos entre cárteles del narcotráficantes y fuerzas federales mexicanas.

Con lugares y fechas, Santiago se ha encargado de reseñar en una bitácora personal las balaceras, las detonaciones de granadas y las consecuencias económicas y sociales en el municipio. Su mayor motivación es escribir la liberación de las cerca de 140 personas que desaparecieron en Miguel Alemán y el vecino Mier durante este año a raíz de la crisis de seguridad.

"Mi anhelo es que se libere a los que están secuestrados o que estén detenidos (...) Es una expresión de inconformidad, pero respetuoso, pidiéndole al Ejército y a la policía federal que intervengan, que hay una esperanza de que puedan rescatarse", cuenta Santiago.


La organización civil tamaulipeca Centro de Estudios Fronterizos y Promoción de los Derechos Humanos A.C. (CEFPRODHAC) registró el año pasado 21 secuestros en los 10 municipios que comprenden la frontera de Tamaulipas. De esos casos, 10 se consideran desapariciones.

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas (CODHET), documentó en 2009 al menos siete desapariciones forzadas, delito que según esta institución no se encuentra entre los 10 principales motivos de queja en la entidad.

Santiago escribe sobre la historia de su pueblo y durante su vida sólo lo había hecho para él y sus amigos. Muestra fragmentos de su bitácora con el propósito de dar a conocer la inseguridad en la que se encuentran los ciudadanos de la región.

"El martes 22 de febrero hace presencia aquí el C.D.G. (cártel del Golfo), según algunas personas refieren, con el propósito de desplazar de la zona a Los Zetas. A partir de ahí se registran levantones (secuestros), ejecuciones y balacera parciales", inicia el texto.

El aficionado a la filosofía documenta los sucesos a través de entrevistas con vecinos testigos, llamadas telefónicas e incluso con la observación directa de los enfrentamientos.

La última fecha de la bitácora es la del 8 de noviembre, cuando registró la última balacera que cimbró la aparente calma que duró dos meses.

"A lo mejor el Ministerio Público hace el mismo papel que yo, ellos apuntan todo. Pero a ellos les dan la información, yo de alguna manera la estoy buscando y ahí está en letra muerta, porque no se ve que haya alguna acción (de las autoridades)", critica el historiador.

En otro fragmento registra que al sur del poblado Los Guerra, perteneciente a Miguel Alemán, ha habido 15 enfrentamientos en diferentes calles, puntos de la carretera y cerca de escuelas públicas, que han propiciado cierres de negocios locales y ausentismo escolar en planteles de nivel básico.

Miguel Alemán es el municipio de la frontera chica en el que, según la procuraduría de Tamaulipas, se han iniciado más averiguaciones previas: 525 hasta noviembre, por encima de las otras localidades que conforman la región, como Guerrero (28), Mier (84), Camargo (217) y Díaz Ordaz (106).

Crónica de la violencia

La bitácora de Santiago plasma momentos clave en la historia reciente del noreste de México, como el éxodo de familias de Tamaulipas a otros lugares del país y Estados Unidos.

"(A partir de febrero) un buen número de ciudadanos (del poblado Los Guerra) emigraron llevándose a sus familias temporalmente o tal vez de modo definitivo (...) Muchas cosas más cambiaron de manera brusca, pero sobre todo absurda en lo que va de este 2010", se lee en la crónica.

A inicio de noviembre casi 100 familias de Mier se sumaron a este fenómeno y se desplazaron a un albergue localizado en el centro de Miguel Alemán, después de que la violencia se desatara en la región por la muerte del capo del Cártel del Golfo, Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta.

El cronista también narra que a raíz de la coyuntura de seguridad en el estado, la ganadería y agricultura permanecen inciertas por las amenazas del crimen organizado a los productores locales.

El mes pasado, propietarios de ranchos que han padecido amenazas, secuestros o robos de presuntas células del crimen organizado en la frontera chica dieron a conocer sus testimonios.

El ciudadano cuantifica en el documento 30 negocios que han cerrado por la inseguridad entre marzo y septiempre, de un total de 56 que tiene registrados en el poblado Los Guerra, como farmacias, talleres mecánicos, restaurantes, tiendas de abarrotes, servicios de grúas y ferreterías locales.

Santiago no descarta en un futuro la posibilidad de publicar un libro con estas memorias que, asegura, ampliará conforme se desarrolle la violencia en el estado.

"Yo no ofendo a nadie. Es más, como te decía, es un monstruo que creó el sistema político mexicano y no me queda la menor duda, porque hubo gente que se enriqueció aprovechándose de las coyunturas (...) Esta es una reseña única y exclusivamente para decir que esto es lo que está sucediendo y estas son las consecuencias", dice.

"Nadie me paga, nadie me obliga, sólo lo hago".

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