Ayer por la tarde-noche arribó a esta ciudad capital el cadáver de Gonzalo Octavio Araujo Zazueta, abatido la semana pasada por elementos de las fuerzas especiales de la Armada de México en Cuernavaca, Morelos, operativo militar en el que se le dio muerte al supuesto narcotraficante Arturo Beltrán Leyva.
Gonzalo Octavio, de 21 años, era hijo del extinto Gonzalo Araujo Payán, a quien la Procuraduría General de la República ubicaba como lugarteniente y jefe de sicarios del cártel de Sinaloa.
El cuerpo de Araujo Zazueta arribó a Culiacán a las 18:00 horas en un vuelo comercial procedente de la ciudad de México.
Luego de pasar por la revisión en el hangar de la PGR y Ejército en el Aeropuerto Internacional de Culiacán, el féretro fue subido a la carroza de un empresa funeraria local, que también prestó los servicios fúnebres al apodado "Jefe de Jefes".
La van que transportaba los restos fue escoltada en todo el trayecto hasta la funeraria por unos 60 elementos del Ejército en cuatro vehículos.
La seguridad, por lo que se pudo observar, fue más ligera a la que se dio el día en que arribó el cuerpo de Marcos Arturo Beltrán Leyva.
Al llegar a la funeraria, ubicada en bulevar Emiliano Zapata y calle General Domingo Rubí, la carroza ingresó por el costado poniente, seguida de cerca por personal castrense.
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