Un trailero muerto y por lo menos seis civiles heridos, dos de ellos de gravedad, fue el saldo que dejó la persecución y ataque de un comando de sicarios, registrado en la colonia Batopilas, cerca de la carretera La Costerita.
Policías informaron que el trailero asesinado fue identificado como Carlos Eduardo Rosales Ramírez, de 25 años, con domicilio en Guadalajara, Jalisco.
Las persona que resultaron heridas y que eran ajenas al hecho son Eduardo Pérez Velázquez, de 38 años; Eduardo Mares Beltrán, de 35 años; Leonardo Higuera Corona, de 30 años; y Antonio Rocha López, de 40 años. Los dos primeros permanecen en estado delicado de salud.
Otras dos personas también resultaron lesionadas, pero sólo presentaron raspaduras y excoriaciones provocadas por esquirlas de bala y no requirieron de hospitalización.
El hecho ocurrió alrededor de las 20:25 horas por una de las calles de la colonia Batopilas, ubicada a un costado de La Costerita.
La información establece que Carlos Eduardo Rosales conducía un tráiler marca International, 2007, color blanco, con placas 775VX4 del SPF, número 4, propiedad de una empresa de Jalisco.
El trailero circulaba por la colonia cuando se le emparejó una camioneta donde viajaba un comando de sicarios armados con fusiles de asalto AK-47, quienes empezaron a dispararle de carro a carro.
En un intento por huir del ataque, el chofer del camión aceleró la marcha, avanzó una calle más y al ver que una yarda de tráiler estaba abierta, entró a ella.
En ese momento en la yarda se encontraban por lo menos 10 personas jugando voleibol y tomando cerveza, cuando vieron que el tráiler entró por la puerta y detrás de éste ingresó la camioneta con el grupo armado.
La víctima chocó contra la caja de un tráiler y algunos de los sicarios siguieron disparando hasta matarlo, mientras que otros disparaban con los cuernos de chivo contra los civiles que allí se encontraban, quienes trataron de esconderse entre las unidades.
Seis de los civiles fueron alcanzados por las balas, dos de ellos de gravedad.
Cometido el atentado, los pistoleros salieron de la yarda y huyeron sin ser detenidos por la policía.
Durante el hecho se registró un incendio parcial del tráiler por la fricción de la llanta al quedar la unidad encendida, pero el fuego fue controlado por los trabajadores que había en el lugar.
Minutos después los heridos fueron auxiliados por paramédicos y policías, quienes los trasladaron a hospitales de la ciudad.
Del crimen dio fe la agencia del Ministerio Público especializada en homicidios dolosos, la cual inició con las investigaciones.
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