Ofrece crimen organizado sueldos de dos a cinco mil pesos


Jóvenes de los sectores sociales más desprotegidos son enganchados por organizaciones criminales para apoyar en las tareas de vigilancia, control y levantones a cambio de salarios de dos a cinco mil pesos, con la perspectiva de que ganarán mucho dinero.

El subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Facundo Rosas, dijo que ya se han detenido jóvenes convertidos en sicarios, que tres meses antes fueron reclutados y que se dedicaban a lavar automóviles en los estacionamientos de centros comerciales.

Explicó que las redes de apoyo al crimen organizado se han desarrollado en la base social, sobre todo en las zonas marginadas en donde los ingresos económicos de la población son muy bajos y, por ello, aceptan unirse a los grupos criminales en calidad de vigilantes o informantes.

En conferencia de prensa, el funcionario sostuvo que prueba de la forma en que las bandas criminales reclutan a la gente para que apoye sus intereses han sido las manifestaciones de los llamados "Tapados" en la ciudad de Monterrey, Nuevo León.

Recordó que se trata de grupos capaces de hacer todo por responder a los intereses de los criminales, al grado de utilizar a mujeres y niños para generar condiciones que les permitan ampliar cada día el apoyo de la base social en contra de las acciones del Estado mexicano.

Rosas aseguró que los criminales reclutan y pagan a las personas de acuerdo con sus capacidades y sus apariencias, a quienes les llaman "postes", "ventanas", "estacas", "patrullas" "halcones", "puntos".

Esas personas, agregó, primero se dedican a vigilar ciertos lugares, a cuidar cuando se acerca alguien sospechoso para que puedan huir quienes se encuentran en casas de seguridad o cuando negocian ilícitamente.

Después se convierten en coordinadores de esos grupos de personas; comienzan a analizar los sucesos de un barrio o una colonia, una comunidad, y logran detectar y avisar cuando hay alguien que pueda representar un peligro para la organización delictiva.

De esta manera llegan a escalar posiciones en la organización delictiva y obtienen recursos que no logran en sus trabajos como lavadores de carros, como cuidadores o en los sectores informales de la economía nacional.

Sin tener que esperar mucho tiempo más, señaló el subsecretario, "puede ser que en tres meses un lavacoches puede llagar a ser un sicario, de los que hacen levantones, de los que repelen a quienes intentan invadir territorios y reciben cada vez mejores pagas por sus servicios", y sus ingresos son de unos 10 mil pesos.

De acuerdo con la práctica delictiva, muchos de los informantes y vigilantes no saben siquiera quiénes son los que están dentro de una casa de seguridad, pero sí logran detectar cuando hay alguien que puede ser un riesgo para la organización criminal.

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